La Unidad Asociada al CSIC de la Universidad de Huelva 'Contaminación Atmosférica' ha realizado un informe preliminar sobre el estado de las balsas de fosfoyesos y zonas de borde después de los temporales que han azotado a la provincia de Huelva en la primera semana de marzo. Así, destaca que, entre sus conclusiones, se ha observado "el buen estado de taludes, canales perimetrales y balsas de seguridad en los depósitos de fosfoyesos próximos a la ciudad".
En el estudio, consultado por Europa Press, señalan, tras una visita a la balsas, que el sistema de bombeo interno y recirculación funciona "de forma eficiente", permitiendo "una buena gestión" de las aguas pluviales.
Hay que recordar que esta misma semana Greenpeace y la asociación Mesa de la Ría alertaron del vertido a la ría de Huelva desde las balsas de fosfoyesos tras el temporal de Emma y han documentado los "graves fallos en la seguridad y el control" de las balsas.
Así, este estudio determina "el buen estado de taludes, canales perimetrales y balsas de seguridad en los depósitos de fosfoyesos próximos a la ciudad". Ante esto, desde la Delegación Territorial de Medio Ambiente han destacado que, dadas las conclusiones de este informe, al que otorgan total fiabilidad, no se ha abierto el protocolo tras la afirmación de Greenpeace y Mesa de la Ría puesto que la situación "no se ha alterado negativamente", tal y como confirma el estudio.
Igualmente, los expertos señalan en el estudio que existen depósitos antiguos de fosfoyesos en el borde de la marisma, "que presentan huellas de desecación y han podido retrabajarse con la lluvia de estas últimas semanas". Estos fosfoyesos de la zona de borde son los mismos que se observaron al menos en agosto de 2014, aunque en la visita realizada "no se han observado salidas de borde de la magnitud a las descritas hace cuatro años".
Han indicado que las balsas no se encuentran totalmente llenas, a pesar de la importante pluviometría ocurrida últimamente, así como tampoco se encuentra al máximo el nivel de lixiviados.
Asimismo, en el contacto con la marisma se observan restos de fosfoyesos, pero las huellas de desecación presentes indican que "son depósitos antiguos y no provocados por los temporales de estas dos últimas semanas".
Los investigadores estiman que la restauración de esta zona no se ha hecho por la imposibilidad de acceder de tractores tipo oruga a esta parte de la marisma. Así, consideran que es recomendable que se hiciera lo posible para su eliminación, incluso de forma manual en el plan de restauración futuro.
Los expertos señalan que este tipo de depósitos deben ser tenidos en cuenta en el futuro plan de restauración en estudio por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) y ante una imposibilidad de desalojo técnico con medios mecánicos, se sugiere su desalojo de forma manual.