Aún no se han instalado y ya están en el centro de la polémica. Poco o nada se sabe de ellos, porque hasta la fecha el Ayuntamiento no ha dado detalle alguno, pero la presencia de operarios días atrás en varias calles del centro, colocando anclajes en sus fachadas, hacía suponer que se iban a instalar nuevos toldos, una suposición que han confirmado varios comerciantes de la zona, que han mostrado su discrepancia con los nuevos entoldados.
Según ha podido saber Viva Huelva, la calle Concepción y sus prolongaciones lucirán los toldos de años atrás, sujetos estructuras o pilares que se levantan desde el suelo para sustentar el toldo y que en su momento tampoco estuvieron exentos de la polémica. Pero además, este año algunas calles transversales de Concepción lucirán nuevo entoldado, pero esta vez con agarres en las fachadas de los edificios, a través de cableado.
Y ahí es donde surge el malestar de algunos comerciantes de las calles Rico y Espronceda, que, de un lado, muestran su descontento porque estas sujeciones se han instalado de un día a otro y sin previo aviso -el Ayuntamiento les dice que envió una carta pero no tienen noticia de la misma-; y de otro, lanzan la voz de alarma por el daño que puede causar en las fachadas de los edificios, muchos históricos y catalogados, además de la parte estética, por “la cantidad de cables de acero que cruzan el cielo de nuestras calles ahora, como si por allí circulase un tranvía”.
Jacobo Domínguez Hidalgo es uno de estos comerciantes y propietario de uno de los edificios, y según relata a Viva Huelva, su queja tiene varias vertientes: “En las fachadas de estos inmuebles catalogados, Urbanismo prohibe elementos innecesarios y que afecten estéticamente a los mismo, sin hablar ya de los daños estructurales -se trata de inmuebles de más de cien años- que se pueden generar por la tensión enorme que esas velas con el viento originan sobre los muros”.
“Absurdo total”
A esto añade que “es una cosa tan inútil como un toldo donde precisamente da la sombra casi todo el día, salvo de dos a cinco de la tarde, horario en el que no hay comercios abiertos”. Por ello, cree que es un “absurdo total”.
También se pregunta qué pasará cuando ya no se use ese sistema de entoldado -“tornillos con argollas muy gruesos anclados a las fachadas, así como chapas de acero muy gruesas” -, pues “hace dos años nos gastamos 15.000 euros en pintar y eliminar todos los elementos que concejales anteriores dejaron en mi propiedad”.
Por todo ello, asegura que va a presentar una denuncia en la Policía Local y remitirá sendos escritos a Urbanismo y a la Concejalía de Cultura, Turismo y Promoción de Huelva, impulsora de estos nuevos toldos. Si no obtiene respuesta, no descarta acudir a los juzgados. Además, advierte que “me consta que son muchos los propietarios que no están contentos con la instalación y me consta que van a ser varias las denuncias que se interpondrán”.