Un grupo de estudiantes de la Universidad de Huelva (UHU) participará en la edición 2020 de Motostudent, un proyecto internacional en el que compiten universidades tras diseñar, desarrollar y probar un prototipo de motocicleta de competición en circuito.
El presidente de la Diputación, Ignacio Caraballo, ha mantenido un encuentro con estos estudiantes onubenses, que participarán en la categoría Moto3, "motores de pequeña cilindrada, en este caso de 250 centímetros cúbicos, que desarrollándolos podemos conseguir velocidades superiores a los 200 kilómetros hora", según ha explicado Antonio Arenas.
Él es uno de los integrantes del 'Equipo Motoetsiuhu', del que también forman parte Víctor Javier Raposo --ambos estudiantes de Ingeniería Mecánica-- y Rocío Moro, estudiante del doble Grado Ingeniería mecánica y electrónica, ha informado la Diputación en una nota.
Otra de las características de la Moto3, ha añadido, es que no son motocicletas de grandes dimensiones, "tienen que ser ligeras, para que el piloto se sienta ágil y para que le ayude a ganar la competición".
Según ha remarcado Arenas, el equipo ha estado dos años trabajando en el proyecto, "a partir de unos componentes que nos proporciona la organización y a partir de ahí se diseña el resto de la moto: el chasis, vasculantes, soportes...".
Motostudent 2020, que se celebrará en octubre del próximo año, es la sexta edición del concurso y en ella participarán 88 equipos de 14 universidades, tanto españolas como de países de Asia, América Latina y otros lugares del mundo.
En el encuentro también han estado presentes la vicepresidenta de Territorio Inteligente, María Eugenia Limón, Rubén Rodríguez; el alcalde de Bollullos Par del Condado, municipio de donde son dos de los estudiantes, y el tutor del Equipo Motoetsiuhu, Juan Carlos Fortes.
Motostudent es una competición entre universidades de todo el mundo en la que se debe desarrollar un proyecto empresarial real completo que tiene su colofón en la fabricación de una moto de competición con la que se debe participar en una carrera en el Circuito de MotorLand Aragón.
Durante la fabricación de esta moto, que debe cumplir una normativa similar a la aplicada por la FIM en Moto3, los jóvenes estudiantes ponen en práctica tanto los conocimientos técnicos adquiridos durante sus estudios, como su creatividad y otras habilidades necesarias para poder cumplir con los plazos que marca la competición.