Cada vez peor. El Recreativo de Huelva sigue empeñado en escribir la historia más triste desde el terreno deportivo en sus 132 años de historia. Duele decirlo pero es real. El Decano no tiene visos de mejorar ni su rendimiento ni los resultados en la segunda fase de la competición y consumado ya un descenso de categoría, ahora el club más antiguo de España se enfrenta a la debacle más absoluta de su historia: poder descender a la quinta categoría del fútbol nacional, o lo que es lo mismo, a una Regional Preferente con la reestructuración que tiene en marcha la Federación Española de Fútbol de cara a la próxima temporada.

Con una deuda que supera los 20 millones de euros, el Recreativo sólo se sostiene porque su máximo accionista es el Ayuntamiento de Huelva ya ha manifestado que seguirá apoyando al club para que sobreviva financieramente, ya que desde el punto de vista deportivo es el mayor fracaso y ridículo deportivo que ha tenido el club en toda su historia. Aún quedan siete finales más para enderezar este desastre pero lo cierto es que la actual plantilla no invita ni mucho menos al optimismo y a los números hay que remitirse.

El Decano ha ganado un solo partido de los últimos diez que ha jugado, con un balance que da miedo (cinco derrotas y cuatro empates) y lo peor de todo es que cada vez que se está jugando la vida, está fallando.

 

Dirección técnica

Y está claro que no es problema de entrenador sino de una reflexión mucho más profunda, desde la planificación de la plantilla, hasta el rendimiento de muchos de los jugadores del actual plantel, las decisiones técnicas de los dos anteriores entrenadores y la mala gestión de toda esta situación del Consejo de administración con su presidente a la cabeza.

El Recreativo ya va por el tercer entrenador en esta temporada (Claudio Barragán, Antonio Calle y Carlos Pouso) y ninguno de ellos ha sido capaz de cambiar la dinámica negativa del equipo, aunque en el caso de Pouso pocas responsabilidades se le pueden pedir, ya que apenas acaba de llegar hace diez días.  Y llegados a este punto, la afición albiazul ha dicho ya basta y en el partido del pasado domingo cargaron contra los jugadores y contra el Consejo de Administración por su mala gestión en esta temporada que parece que no ha tocado todavía fondo.

“No debemos mirar hacia el precipicio”

 Tras sufrir su primera derrota de la temporada, el tercer entrenador del Decano, Carlos Pouso, comentó que “nos castigó el fútbol. Nos ganaron la espalda en un centro en un error en un saque de banda y te quedas con cara de tonto en un partido donde tuvimos ocasiones para ganar pero terminas perdiendo. No debemos agachar la cabeza ni mirar precipicios ni abismos porque si generas tanto, al final los partidos los vamos a sacar y vamos a ganar”.