Una de las singularidades de la Feria de San Lucas es que su celebración no se cierne únicamente al disfrute de las casetas en el recinto ferial, sino que barrios como el del casco antiguo y San Ildefonso la personalizan y animan con sus terrazas y variada gastronomía jienense.
Durante los diez días de Feria la capital ha lucido terrazas llenas de comensales, que incluso vestidos de flamencas o con una simple flor en el pelo, han recordado a toda la capital que Jaén ha estado de Feria.
Más de un día ha sido complicado encontrar un hueco en el interior y las terrazas de los establecimientos hosteleros, habiendo funcionado muy bien la Feria de Día, aunque como ha ocurrido en el ferial, el consumo ha descendido.
Los hábitos van cambiando y han estado marcado por el bolsillo del jienense, que según sus posibilidades ha gastado en raciones o simplemente a disfrutado de las tapas que acompañan a la bebida.
Los céntricos barrios de la capital que se han vestido de Feria de Día han estado muy animado y han personalizado, un año más, la celebración de San Lucas.
Igualmente, la apertura del Mercado Medieval durante los diez días de feria ha animado el ambiente en el centro.
Las mañanas y las tardes de los jienenses han sido ocupadas en visitar los 60 puestos montados en la calle Pescadería y en la plaza de la Constitución. Su responsable, Antonio Jiménez, asegura que el Mercado Medieval “ha sido un éxito” y que “ha merecido la pena estar en Jaén”, a pesar de que el último fin de semana se han mojado.