La Junta de Gobierno de la Hermandad Nuestra Señora del Rocío de Jaén celebró ayer el tradicional pregón en honor a la Virgen, con la palabra del sacerdote Juan Mena, que desde hace tres años acompaña a la Hermandad en su camino a El Rocío.
La sala B del teatro Infanta Leonor llenó su aforo de cofrades, devotos y jienenses que quisieron arropar a la Hermandad en uno de los actos más esperados y con el que se ultiman los preparativos ante la salida para realizar el tan esperado camino de reencuentro anual con la Virgen del Rocío.
El sacerdote Juan Mena ofreció un pregón marcado por sus sentimientos hacia la Virgen, las experiencias vividas en los tres caminos que ha realizado junto a la Hermandad jienense y los momentos más íntimos y de convivencia religiosa y rociera entre los peregrinos, “esos que no siempre se ven y se plasman en los medios de comunicación”. Con esta aclaración, Juan Mena pregonó que “El Rocío no es sólo fiesta, juerga y baile, sino que está lleno de momentos religiosos, de rezo, de eucaristía y de horas de confesionario”.
En su intervención, Juan Mena resaltó de la Hermandad del Rocío de Jaén que es ejemplo de “amistad, oración y amor a la Virgen”.
Sus palabras fueron escuchadas con atención por los asistentes y amenizadas por el Coro de la Hermandad del Rocío jienense, que puso música y letra a su pregón con sentidas sevillanas.
El presidente de la Junta de Gobierno de la Hermandad, Gonzalo Calahorro, manifestó su satisfacción por la “gran respuesta social” ante el pregón de la Cofradía. “Ha sido una intervención con la que hemos recordado las vivencias de nuestro cura rociero en sus tres caminos con nuestra Hermandad”, valoró Calahorro.
El próximo 12 de mayo, a las 9:30 horas, se celebrará en la parroquia San Juan de la Cruz, la misa de hermandad con la que los rocieros se despedirán de Jaén para iniciar su camino a Almonte. Antes de su partida visitarán ese día a la Nuestra Señora de la Capilla y a Nuestro Padre Jesús Nazareno.