La huelga de alumnos en los centros de enseñanza convocada ayer por el Sindicato de Estudiantes tuvo un seguimiento en la provincia jienense del 55%, frente al 63,2 % registrado a nivel regional, según datos facilitados por la delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía. La de ayer fue la primera de las tres jornadas de movilizaciones que concluirá mañana.
Ésta es la primera semana de protestas del presente curso escolar 2013-2014, que concluirá mañana, 24 de octubre, con la tercera huelga general de la enseñanza convocada también por los padres de estudiantes. Ya lo hicieron el 18 de octubre de 2012 contra el decreto de racionalización del gasto educativo y el 9 de mayo contra la reforma del sistema educativo. Desde ayer y hasta el jueves mostrarán su rechazo a la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).
La Plataforma Andaluza en Defensa de la Educación Pública saldrá a la calle en manifestación, a partir de las seis de la tarde desde la plaza de San Francisco hasta la plaza de Las Batallas para mostrar su rechazo a la reforma educativa y los recortes que conlleva la LOMCE.
Francisco Medina, delegado sindical de USTEA, representado en la Plataforma Andaluza, reconoce que la consulta ciudadana por la educación pública que aún se está realizando está siendo “el termómetro” para conocer que “los ciudadanos no quieren la LOMCE” y tienen la esperanza de que la jornada de huelga general sea respaldada por la mayoría de docentes, alumnos y familias.
Por otra parte, el sindicato independiente Anpe convoca al profesorado a la huelga del 24 de octubre en protesta por las medidas de la LOMCE, que “perjudican a la enseñanza pública y a su profesorado”, y por los recortes en educación.
“Una presencia masiva debe convencer al Ministerio de Educación de la necesidad imperiosa de modificar la redacción actual de la LOMCE e incluso retirar algunas medidas que generan el rechazo de la comunidad educativa”, indican en un comunicado.
Anpe-Jaén solicita al menos un aplazamiento en el trámite del Senado que “permita buscar un acuerdo y consenso mínimos en los aspectos más controvertidos de la LOMCE: la configuración y el diseño curricular, la pérdida de peso de importantes materias y las medidas que perjudican directamente a la enseñanza pública y las condiciones laborales del profesorado”, continúan.
Si en este momento crítico el Gobierno de España “no es capaz de escuchar este rechazo de la comunidad educativa la LOMCE será un proyecto agotado antes de nacer y una lamentable oportunidad perdida para hacer la reforma global y con visión de futuro”.