Una década después de que expirara el antiguo Plan General de Ordenación Urbanística, la capital volverá a tener uno después de dos mandatos fallidos en los que no se pudo sacar adelante. Muchas veces es difícil comprender la importancia de un documento como el que el pasado viernes aprobó la Junta de Andalucía, sobre todo en estos tiempos en lo que lo cotidiano y la urgencia para zafarse de la miseria para muchas familias se impone en el día a día. Pero la tiene. Tal vez no es un documento hecho a la medida de todos, que debería, sobre todo porque trasciende a un único mandato municipal y, por encima de todo, porque hipoteca el futuro de la ciudad y de sus vecinos, pero han sido diez años de intentos fallidos por los tres grupos representados en el Ayuntamiento: primero PP, luego PSOE e Izquierda Unida y nuevamente PP. Como bien ha indicado el concejal de Urbanismo, Javier Márquez, el nuevo PGOU procura seguridad jurídica, imprescindible para que las empresas puedan asentarse en Jaén y para que las administraciones dejen de mirar a otro lado a la hora de cumplir sus promesas electorales, sobre todo en materia de infraestructuras. Jaén ya tiene PGOU, el Plan Márquez. Ya tiene hoja de ruta para la próxima década, al menos. Solo queda esperar que sea para hacer de Jaén una ciudad mejor. Una capital digna.