El paro ha bajado en Jaén en mayor proporción de lo que la baja cosecha podía propiciar, por lo que es una noticia buena a tener en cuenta
La escasa y corta campaña de aceituna, que a lo largo de este mes de enero llegará a su fin, volvió a dejar buenas noticias para las cifras del paro en la provincia y en la capital, unida a la otra campaña, la de Navidad. Sin embargo, y es lógico a tenor de la reducción de cosecha del sesenta por ciento, no se han alcanzado los niveles de empleo por estas mismas fechas que se registraron a finales de 2013. Aunque parece claro que la recuperación asoma tímidamente por esta vilipendiada provincia, no lo hará al ritmo de otras regiones y provincias dada la dependencia de la economía jienense al cultivo del olivar. Sin embargo, sí es cierto que la bajada que se ha producido es más acusada que la que se hubiera esperado si tenemos en cuenta una cosecha tan baja. Quiere esto decir que se está creando empleo en otros sectores que no tienen que ver con el olivar y esa es una grata noticia que no deberíamos pasar por alto. Las fiestas que acaban de terminar han dejado claro que, pese a los malos presagios, el consumo despega tímidamente y hace que el dinero fluya como no lo hacía desde que comenzara la crisis. Por tanto, es momento de ver lo positivo donde lo hay y señalar lo negativo donde sigue estando, pero no son momentos para, como tanto gusta a esta sociedad jienense, caer en el catastrofismo. En él llevamos siete años con razón. Démonos una oportunidad.