La campaña de la aceituna empieza cada vez más a sustituir a los inmigrantes por parados locales. Según se conoció ayer en la reunión del Foro de la Inmigración, de los 7.392 usuarios atendidos el año pasado en la veintena de albergues se ha pasado a 2.248 en la ya finalizada campaña de este año, lo que supone un 70% menos. La cifra es la menor desde que existen registros históricos, en el año 2002.
La delegada del Gobierno andaluz en Jaén, Purificación Gálvez, admitió como primera causa en la llegada de inmigrantes el descenso en la cosecha del olivar, superior al 70% en Jaén. Pero Gálvez fue más allá: “Los inmigrantes ven como cada año tienen menos expectativas laborales en la aceituna”. A principios de la campaña la Junta informó de que el empleo necesario en las explotaciones olivareras de Jaén se podía atender con las 12.691 personas desempleadas del sector agrícola en la provincia, a las que había que sumar más de 18.000 trabajadores eventuales agrícolas subsidiados.
Además, la Junta cree que han dado resultado las campañas publicitarias subrayando que no era necesaria mano de obra foránea, campañas que llegaron hasta los lugares de origen más habituales de los temporeros agrícolas, como Murcia, Almería, Ciudad Real, Huelva, Huelva o Córdoba.
En la última campaña han sido 21 los albergues (tres menos) con capacidad para más de 730 plazas los que han abierto una media de 35 días y con una ocupación que apenas ha superado el 22%, con la excepción del centro de Alcalá la Real que tuvo una ocupación superior al 64%. La media de estancia ha sido inferior a los cuatro días. Los albergues han prestado también 15.762 servicios complementarios, distribuidos entre 871 servicios de manutención, 4.696 de aseo o lavandería y se expidieron 1.195 billetes de autobús hacia otros municipios.
Pese a todo, la Junta y los ayuntamientos no se cuestionan el futuro de los albergues para temporeros de la aceituna, un modelo pionero en Andalucía. “Vamos a seguir trabajando con las organizaciones sociales”, recalcó Gálvez, tras destacar “la importante función social que realizan” los albergues.
UGT
Los sindicatos presentes en el Foro de la Inmigración consideran que una de las consecuencias del menor flujo migratorio de esta campaña ha sido “el deterioro de las relaciones sociolaborales” en los tajos del olivar. Antonio Martos, de la Federación Agroalimentaria de UGT en Jaén, denunció que “muchos empresarios se han aprovechado de esta situación y han ofrecido trabajo a jornaleros a cambio de la simple cotización de sus peonadas, y sin salario alguno”. Marcos dice que UGT ha presentado varias denuncias ante la Inspección de Trabajo, pero admite que “el miedo a las represalias” hace que la mayoría de los afectados no denuncien estas situaciones. Ya en la pasada campaña, CC OO alertó de una bolsa de fraude entono al 60% en la campaña de la aceituna.