Hay que plantar batalla, como ha hecho el CES Provincial, para acabar en Europa con las aceiteras rellenables
Son muchos los frentes que el aceite de oliva virgen extra tiene que abrir y defender después de décadas de inmovilismo del sector y de las propias administraciones. Ahora que Jaén ha ganado la batalla de la calidad y tiene colocados en el mercado mundial a algunos de los mejores aceites del mundo virgen extra, gracias a la apuesta de algunos empresarios oleícolas que arriesgaron y defendieron a capa y espada la calidad, mientras otros los miraban (lo siguen haciendo muchos) como locos, es necesario que desde las administraciones, que ya lo están haciendo, defiendan nuestro aceite con uñas y dientes, como ocurre en otras regiones y otros productos. Hace pocas fechas nos encontramos con la negativa de la Real Academia Española, la misma que cada vez pone menos trabas a anglicismo y tecnicismo on-line, a cambiar y precisar el significado del aceite de oliva. Ahora, el Consejo Económico y Social de la Provincia de Jaén reclama a la Unión Europea que haga extensible la prohibición de rellenar las aceiteras al antojo de los hosteleros, algo impensable en esta Europa tan sofisticada y conservadora, con el vino, por ejemplo. Los consumidores y los productores merecen el mismo respeto que otros sectores y hay que plantar batalla para conseguirlo.