“El Museo de Jaén es un lugar para estar y hacer cosas”. Es la expresión más repetida entre sus usuarios, la percepción de las personas que lo visitan, que en los últimos cinco años han aumentado de forma “exponencial”, según reconoció su directora, la arqueóloga y conservadora del patrimonio histórico Francisca Hornos Mata, durante el desayuno informativo celebrado en el Parador.
Así seguirá siendo el Museo de Jaén, el anclado en los números 27-29 del Paseo de la Estación desde 1971, cuando se fusionaron el Museo Arqueológico y el de Bellas Artes. Con la apertura del Museo Íbero encontrará “una oportunidad” para convertirse en un “nuevo” Museo Provincial. En lugar de tener el punto de arranque en los años setenta lo tendrá desde la contemporaneidad, gracias a las excavaciones de los últimos treinta años. “Es absurdo que la gente sienta la pérdida de la parte de la colección de arqueología ibérica que irá al Museo Íbero. Es interesante tener un Museo que reúna la historia provincial, las Bellas Artes, Etnología y Arqueología e interesa que lo renovemos y pongamos a punto”, dijo Hornos, recordando que “en todas las ciudades donde hay dos o más museos hay una atracción”.
Y es que “el efecto llamada existe y uno y otro museo se van a apoyar. Nos merecemos tener un emblema que funcionará desde el punto turístico (Museo Íbero) y una mejora de lo que hemos tenido en los últimos dos siglos (Museo Provincial)”.
El de Jaén no es un Museo con una vocación turística, sino que ofrece un servicio público y atiende a las necesidades del lugar”. Sin embargo, tiene de especial la colección arqueológica de la cultura íbera y con la apertura del Museo Íbero, con clara proyección turística, el Provincial también se beneficiará.
Por todo ello, reconoció que el Museo Íbero es una “oportunidad” para el Provincial, que “está creciendo y desbordándose” en cuanto a número de piezas. En el Provincial ya tienen hecho un avance de Plan Museológico y en el momento en el que se mueva la colección arqueológica íbera al Museo Íbero habrá que concluir los conceptos y empezar con la museografía. Se trata únicamente de 700 metros cuadrados. Cambiarán la presentación y las unidades expositivas.
“Vamos a explicar qué fue la Arqueología en Jaén en el siglo XIX, a principios del siglo XX… Las ideas están claras, las colecciones disponibles y las personas con capacidad de asesoría también están. Es una cuestión factible de realizar con un equipo humano del Museo de Jaén implementado”, argumentó la directora.
Francisca Hornos aseguró: “En el Museo, en Arqueología, estamos tardando en darle una vuelta a la sección y contar los últimos 30 años de la Arqueología en Jaén. En la colección ahora mismo hay expuestos hitos tan importante como la Dama de los Robles, las figuras romanas y los ídolos calcolíticos que aparecieron en Marroquíes, pero no hay una unidad expositiva para Marroquíes, por ejemplo”. Y es que cuando se hace el Museo Provincial no se habían estudiado todos los orígenes de la Arqueología en Jaén, mientras que en la actualidad ya hay títulos, bibliografía y documentación para hacerlo. Además, cuenta con el apoyo “incansable” del Instituto Universitario de Arqueología Ibera de la Universidad.
La dirección del Museo tiene claro que dará un paso con la colección de arte gráfico contemporáneo, que es “fantástica”, pero que “nunca se ha expuesto”. De ahí que Hornos confirmara que en Bellas Artes “hay que renovar la visión de cómo se enseña la pintura y escultura y, sobretodo, darle una fuerza importante al arte gráfico y al grabado porque no todos los museos tienen como colecciones tan buenas como el de Jaén”.
El Museo recibe al año entre 35.000 y 45.000 usuarios desde el último lustro, aunque llegan pocos grupos turísticos. “Si nuestra frecuentación turística fuera importante habría que ampliar la plantilla”, reconoció, ya que con un equipo de 20 personas, especialmente dedicadas a vigilar y con un área facultativa “raquítica”, con una directora también facultativa y una restauradora, la plantilla está “descompensada” para atender instalaciones con 6.000 m2 reales con funciones de Museo, de los cuales 2.000 m2 están en un gran contenedor a las afueras de la capital.
Hornos es una enamorada de la institución y comparte con el equipo de profesionales que trabajan en el Museo bajo su dirección, desde 2008, vocación, entrega y compromiso. “Si mantenemos el Museo en esta condiciones es por la capacidad de su personal, con un alto compromiso con la institución”.
De ahí que cuando hace balance de su gestión y haciendo memoria de años de escasez en inversiones y en personal, éste sea “positivo” porque han mantenido “casi intacto el nivel de ilusión”.
Desde 2008 han atravesado unas etapas “dificilísimas” y se han superado porque se han seguido unas estrategias de apertura. “El Museo ha sido un espacio para asociaciones, grupos de artistas, historiadores, arqueólogos…gente de la cultura. Hoy, mucha más gente de Jaén considera que el Museo es su casa y eso es un éxito”. En la misma línea, dijo: “Estamos tan enamorados del Museo porque las colecciones no están estancas y porque crecen. Desde que la Junta de Andalucía gestiona el Museo (1984) se ha hecho bastante con adquisiciones y compras como las del legado de Miguel Ángeles Ortiz y los Zabaleta”, entre otros. Ahora hay cinco exposiciones temporales.
Las colecciones de Arqueología y Bellas Artes tienen valores estéticos y de curiosidad, pero es la investigación histórica, arqueológica y en la rama de Etnología la que “le añaden un valor que lo hacen diferente de otros provinciales”. De hecho “a las colecciones de Arqueología y las Bellas Artes la hacen valer el trabajo de documentación y estudio que hay detrás”, sentenció Hornos.
Con un sistema de préstamos normativizado, del de Jaén piden mucho de la colección arqueológica ibérica y de la medieval. “Una colección no es sólo ver piezas bonitas, sino algo realmente estudiado, contextualizado y publicado porque así se extiende por todo el mundo”, dijo.