En la semana en la que el PSOE va a celebrar en Jaén el décimo aniversario de la Ley de Dependencia, con la presencia en la capital del expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y de la presidenta andaluza, Susana Díaz, el sindicato Comisiones Obreras se desmarcó ayer de estas celebraciones al advertir que se trata de una Ley “con gran deficiencias en su financiación”. El secretario general de CCOO en Andalucía, Francisco Carbonero, fue ayer tajante al afirmar que “cabe poco” que celebrar, al tiempo que cargó contra la presencia en Jaén del expresidente del Gobierno, en cuyo Gobierno se impulsó esta Ley. "Ya le vale a Zapatero venir a celebrar eso después de las decisiones que tomó en su momento, que fue el que inició la ruina del sistema”, censuró Carbonero.
Tras subrayar de que “fue la presión de los sindicatos” la que propició esta Ley, Carbonero dijo, no obstante, que se trata de una Ley “absolutamente válida”, pero no así la “deriva de las Administraciones en cuanto a su financiación”.
Carbonero, junto al secretario provincial, José Moral, animó ayer en Jaén a participar en las concentraciones del próximo jueves (un día antes de la celebración de la Ley de la Dependencia) en las capitales de provincia y en la manifestación del día 18 en Madrid para demandar al Gobierno la recuperación de derechos y lograr que el crecimiento económico de los dos últimos años tenga traslado también a las condiciones de los trabajadores. Las protestas, convocadas a nivel confederal junto con UGT, intentan presionar al Gobierno para que aumente la inversión pública y garantice el sistema público de pensiones.
Subdelegado
Conocidos los múltiples desencuentros mantenidos con el subdelegado del Gobierno en Jaén, no es de extrañar que ayer José Moral, secretario provincial de CCOO, hiciera un balance muy negativo de Juan Lillo, que dejará su puesto en febrero por jubilación. Moral tachó a Lillo de “tremendamente antisindical” y dijo de él que “no es el mejor ejemplo para quien le sustituya en este cargo. Además, el líder provincial de CCOO dijo que el todavía subdelegado del Gobierno en la provincia “ha ejercido un control supuestamente administrativo, que de facto es un control político, para intentar desactivar numerosas movilizaciones”.
"El subdelegado no es persona que cuente con nuestro respeto, más allá del institucional que se debe a lo que representa”, indicó Moral, que dijo esperar “que el Gobierno tome nota de esto porque si se quiere entrar en una dinámica de mayor diálogo, con estos mimbres va ser complicado”.
