“Nuestra feria es para todos, es nuestra, pero cada vez más, es de todo aquel que llega y se sorprende de que aquí todas las puertas están abiertas; las casetas son de cualquiera que acuda con ganas de pasarlo bien. La feria y fiestas de San Lucas es como Jaén: humilde de intención, grande de sentimiento, generosa sin reparos, auténtica como ella sola y divertida, segura, genuina y flamenca….”.
El alcalde de Jaén, Javier Márquez, invita de este modo, a vecinos de la capital y a foráneos a participar en la feria de San Lucas, “ la última del año, la única que se viste de otoño, la que cierra el cartel de toros y la que nos brinda la oportunidad de despedir el verano y empezar el curso con verdadero entusiasmo”, como señala el propio alcalde en el saludo a los vecinos en el programa de feria.
Tradiciones
“Hay tradiciones que hay que mantener vivas porque son la alegría de nuestros días y en feria hay que beberse un vino en la calle que va desde la portada de feria a las casetas, hay que comer a deshoras, mojarse los pies y volver a casa llenos de albero, hay que irse a dormir al amanecer y, si hay valor, ponerse la peineta y la flor en la cabeza”, agrega Márquez en el saludo.
Apunta el alcalde jienense que estas fechas representan mucho para él, como para la mayoría de los jienenses, “porque hay recuerdos que año tras año van superando a los anteriores y quedan guardados en un álbum bajo la etiqueta ‘momentos inolvidables’”.
Y añade Javier Márquez: “Fiestas que suponen el poder compartir un rato de charla con los amigos, volver a bailar con canciones de antaño, tapear por la zona de las tascas, pero en esta ocasión vestida de gala… San Lucas es comer ‘por arriba’ para luego bajar a la feria o al revés, perderte por la parte de los ‘cacharricos’, porque aquí no son ‘cunitas’, ni siquiera atracciones… son ‘cacharricos’.
