Las Siervas de María, conocidas como “la monjas de San Antonio”, ponen punto y final a su permanencia en la capital jienense por la falta de nuevas vocaciones, tras 132 años dando vida al carisma que les dejó su fundadora, Santa María Soledad Torres Acosta, el cuidado de los enfermos. “Nos marchamos con el corazón lleno de dolor y también de gratitud”, reconoce en un comunicado la superiora provincial Encarnación Rodríguez.
A los jienenses, agradecen la ayuda en forma de “apoyo y cariño” y, lo que es más importante, confiando sus seres queridos para que los cuidaran. “Como la causa de esta decisión es solamente la falta de vocaciones, sobra decir que de ser bendecidas por el Señor con un florecimiento vocacional, no renunciamos a la esperanza de que nuestra presencia sea de nuevo una realidad en Jaén”, reconocen.
Las Siervas de María están iniciando los trámites requeridos para la supresión de esta Comunidad. Para despedirlas, el próximo 17 de julio, a las 19 horas, se celebrará una Eucaristía en la iglesia del Convento de San Antonio, presidida por el obispo de la Diócesis de Jaén, Amadeo Rodríguez.
La ciudad les reconocerá que su trabajo y caridad han enriquecido a la Iglesia Diocesana.
