¿Qué pasa con el Centro de Interpretación de la Judería? Es la pregunta que lanza la edil de Cultura, Isabel Azañón, a la Junta de Andalucía al recordar que el Ayuntamiento rehabilitó los Baños del Naranjo en el año 2013 y que desde entonces la Administración Autonómica “no ha elaborado el proyecto, ni ha movido un dedo para llevar a cabo esta infraestructura, con la que se comprometió hace muchos años”.
Azañón denuncia que “no ha habido respuesta ni compromiso para poner en valor la Judería”.
Desde el Ayuntamiento instan a Julio Millán, como diputado andaluz del PSOE, a que sea “reivindicativo” y que exija a la Junta de Andalucía “inversiones para la ciudad, y en este caso para el casco antiguo y para promocionar el patrimonio histórico y cultural de la Judería de Jaén”. Su ubicación, en la calle Los Caños, da sentido a este fin. Los restos de los baños están integrados en las Carnicerías Públicas.
La edil insiste en que Jaén “lleva muchos años esperando que la Junta de Andalucía elabore el proyecto para la instalación en la capital el Centro de Interpretación de la Judería, que vendría a colaborar en la promoción y el desarrollo del casco histórico de la ciudad”.
Igualmente, destacó que el Ayuntamiento realizó un “gran esfuerzo” para intervenir en los Baños del Naranjo, y ahora espera que se instale el Centro de Interpretación de la Judería. “A día de hoy no sabemos nada de nada”, lamenta.
Recordó que el alcalde, Javier Márquez, está realizando “todo lo que está en su mano para poner en valor la Judería” de Jaén. “Este Ayuntamiento, en solitario, está trabajando por poner en valor la Judería, con la organización de actividades de todo tipo para que esta valiosa zona de al capital esté en primera línea del mapa turístico de España”, valora.
El proyecto para evitar el derrumbe de los Baños del Naranjo se terminó hace un lustro y fue financiado con fondos de la Unión Europea y municipales. Se limpió y reparó la estructura del inmueble, de titularidad municipal, ante el deterioro que presentaba.
La parte más antigua de los Baños del Naranjo data del siglo XI. Albergó un ‘hamman’ islámico, del que apenas se conservan algunas cúpulas y los muros de dos salas completas y parte de otra en la casa aledaña, de propiedad privada. Después tuvo usos de tahona, carnicería y colegio.
