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Jaén

“Si tu poesía no tiene alma, no se queda en el lector”

En Cultura VIVA, la poetisa Rocío Biedma

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  • Rocío Biedma. -

Le atraían los libros desde muy pequeña. Reconoce que estos tenían un imán con ella. Con la lectura descubrió la poesía, un género que juega un papel muy importante en su vida, siendo aún hoy su tabla de salvación, pues creció conviviendo con una enfermedad desde los cuatro años y la poesía ha sido su aliada para exteriorizar sentimientos, emociones y vivencias.

Rocío Biedma (Jaén, 1960) comenzó a escribir en 1997 y, animada por su hija, concurrió al Premio Internacional XIX Villa de Mancha Real, que ganó en el año 2000. La poesía ya era su “amiga y confidente” y este premio, al que en estos años han seguido otros muchos,  le dio la confianza suficiente para creer en ella y  seguir presentando versos a certámenes y concursos provinciales, nacionales e internacionales. Hoy se ha convertido en una de las poetisas jiennenses más reconocidas a nivel nacional, con presencia internacional en congresos poéticos de Hispanoamérica, donde ha representado a España en más de una ocasión.

  “La poesía me permitía saciar mi necesidad de sacar fuera el dolor. Ha sido mi tabla de salvación, mi amiga y confidente. En la poesía lo he encontrado todo”, reconoce la autora de los poemarios ‘El vértigo de la libélula’ (2016) y ‘Cerezas en invierno’ (2019), presentados en todo el territorio nacional.

En ellos, Biedma cuenta sendas historias “de principio a fin”, integrándose en la naturaleza, un hábitat con el que crea metáforas sobre la vida. “Haber publicado me está dando muchas satisfacciones. La vida me ha quitado cosas y ahora me las está devolviendo”, dice.

El primer poemario “ha volado alto”, con una gran respuesta entre los lectores; y ‘Cerezas en invierno’ presenta a una escritora que hace “un canto a la vida y a la supervivencia”, compartiendo con el lector una metáfora de su propia situación personal. “A pesar de todo, siempre he intentado poner cerezas a mi invierno”, dice. Sus poemas aparecen en numerosas antologías, fruto de más de dos décadas de escritura.  

También ha prologado a otros autores y es firma habitual en numerosas revistas literarias. Su producción poética es prolífica. “Tengo guardado en el cajón diez libros terminados. No tengo ambición por vender. De hecho, es muy difícil”, confiesa. Sobre el mundo de las editoriales, reconoce que no se puede quejar, sin obviar que “publicar es muy complicado” porque en este sector prima más el “marketing y lo material” que el esfuerzo del poeta, que “a veces queda en el último plano”.

Sus versos presentan poemas escritos a otros poetas clásicos y contemporáneos, pero también una poesía social, que habla de la violencia contra la mujer, de la inmigración, de las relaciones…y de su Jaén, de una Catedral “sublime”, del barrio de San Juan del casco histórico que la vio nacer; de Otíñar, de Jabalcuz… “En mi poesía expreso el dolor que me provoca la situación de Jaén, convirtiéndolo en belleza. Si tu poesía no tiene alma, no se queda en el lector”, confiesa.

Escribe movida pos sus sentimientos. “Al escribir poesía es importante sentir, bien ternura, dolor o rabia. Todo sale de dentro. Me cuesta improvisar”, reconoce una autora que mueve ‘por dentro’ al lector. Considera que la poesía sigue siendo “la cenicienta de la Literatura”, apostando por ésta como un género “reconfortante”, invitando a interpretarla como una “terapia”. Dice: “La poesía está y tenemos que encontrarla. Hay que sacarla a la luz e intentar que editores, lectores e instituciones respeten a los poetas y que se lea más poesía”.

Conocida más fuera de Jaén que en su propia ciudad, reconoce que aquí “cuesta mucho que te apoyen las instituciones”. Apunta: “Deberían mimar a quienes van con el nombre de Jaén fuera de esta tierra. Hasta para hacer una presentación, te cobran dinero por llenar de cultura salas que permanecen cerradas y tristes y a las que pretendes dar vida y voz cultural”. Sí hace un guiño al Museo Provincial y a la Biblioteca Provincial, cuyas puertas siempre se les han abierto.

Co-fundadora del grupo literario ‘Oliversando’, es autora del blog ‘amanecesipuedes.com’ y colabora en el programa ‘Desde Yayyan’ de Uniradio, entre otras actividades.  “Vivo el hoy y disfruto lo que tengo, sin ponerme metas con la poesía. No soy ambiciosa materialmente, sí emocionalmente”, termina.

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