“Hace pocos días escuchaba una frase que creo que sintetizaba bien el riesgo que nuestra provincia corre desde hace tiempo: vivir en la parálisis del análisis. Llevamos mucho tiempo trabajando en el diagnóstico, en definir los vectores que deben guiar el progreso de Jaén. La pandemia no ha hecho sino constatar las certidumbres sobre hacia dónde debemos dirigirnos. ¿Por qué no somos capaces, entonces, de salvar ese abismo que parece haber entre los dichos y los hechos? ¿Por qué no cambia la hemeroteca de nuestra provincia?”. Estas palabras del discurso de toma de posesión de Bartolomé González como presidente de la Confederación de Empresarios de Jaén, resumen el espíritu que trató de transmitir en esta nueva etapa que comenzó ayer.
“Nadie es completamente responsable”, dijo, pero a la vez, el nuevo presidente de la CEJ, ligado al tejido empresarial de la provincia desde hace más de veinte años considera que todos en Jaén están llamados a empezar a hacer las cosas de un modo diferente. “Tenemos que cambiar el cortoplacismo por la altura de miras. Tenemos que cambiar el conformismo por la ambición y la audacia. Nuestra provincia ha ido perdiendo importancia estratégica en los foros de decisión. Se frustran proyectos que creemos concedidos, se volatilizan inversiones con nombre y apellido, se eternizan nuestros déficits estructurales, nuestras empresas cierran, se empobrecen nuestros ciudadanos. Jaén no puede permitirse el boicot sistemático de iniciativas sólo porque no lleven la autoría de éste o aquel partido. Jaén necesita una alianza en torno a su progreso como territorio, sin más dilaciones”, añadió.
En este sentido, dijo que le reconfortaba que hubiera un sentimiento participado por todos los que estuvieron anoche presentes en su toma de posesión.
Para Bartolomé González es preciso afrontar la recuperación con criterios sólidos, propios del tiempo actual y eso implica “trabajar juntos, abandonar dogmas, tener sentido de Estado, establecer una alianza a todos los niveles”, desde los distintos espacios de responsabilidad y representación.
“Necesitamos trabajar en el ámbito normativo y fiscal: flexibilidad y seguridad en el ámbito laboral, agilización burocrática y simplificación normativa, ayudas directas para afrontar problemas de liquidez y proyectos de modernización y transformación”, arguyó.
De este modo alentó a modernizarse y transformarse porque ese cambio no puede quedar limitado a grandes estructuras industriales. “Nuestras pymes representan el 99% del tejido empresarial y deben encontrar la palanca para acceder a los Fondos Europeos de Reconstrucción”.
Patrimonio empresarial
Pero si algo dejó claro el nuevo presidente de la CEJ fue su hoja de ruta y el sentido de la CEJ: “La Confederación no es un instrumento de legitimación política ni para quien gobierna, ni para quien aspira a gobernar. La Confederación es patrimonio de nuestras empresas y, por eso, mi reto es seguir aumentándolo, afianzando nuestra solidez, nuestra credibilidad y nuestra capacidad de actuación. Ahora más que nunca la provincia necesita a sus empresarios. Por eso vamos a ser mucho más visibles en el debate sobre las necesidades en nuestra tierra”.
Bartolomé González no se olvidó de agradecer el apoyo recibido de la Junta Directiva a su candidatura, así como de recordar a sus antecesores y con especial énfasis al secretario general Mario Azañón por su lealtad y dedicación a la CEJ. También recordó a los fallecidos en la pandemia y a tantos autónomos y empresarios que vieron sus proyectos truncados durante la difícil crisis del coronavirus que aún no ha cesado.