Santiago Lara es uno de los guitarristas con más sentido profesional y creativo de su generación. Lo abalan numerosas composiciones, creaciones propias y para otros espectáculos, traducido todo esto en una fecunda carrera musical y discográfica. Después de la publicación de El Sendero de lo Imposible (Al Compás, 2007), llegaron otros grandes éxitos como Sentimientos Nuevos (SGAE Barcelona, 2012), Flamenco Tribute To Pat Metheny (Warner MusicSpain, 2016) y La Guitarra en el Tiempo (La Bodega, 2019).
Hace un año y medio comienza a fraguar el proyecto de su vida que verá la luz como estreno absoluto el 17 de noviembre en el Teatro Villamarta de su tierra, su Jerez natal. A partir de las ocho de la tarde el guitarrista mandará subir el telón de un escenario que, de seguro, será testigo de una música de calidad bajo el título Sonidos Españoles, con El Concierto de Aranjuez del maestro Joaquín Rodrigo.
Tras meses de esfuerzo, algún que otro momento de desesperación y una vez que todos los ensayos se han cumplido con éxito, el día ha llegado. “Reconozco que estoy nervioso pero a la vez muy ilusionado, el teatro está prácticamente lleno y lo que deseo es que todo aquel que acuda se vaya contento. Este estreno supone para mí el momento más especial de mi carrera”.
Santi no parece conocer los límites y busca una y otra vez la renovación personal, esto es, ofrecer obras nuevas desde una perspectiva seria, profesional y de calidad. “Ahora vivimos en una sociedad que acostumbra a consumir música de usar y tirar, el mundo está confuso y hay mucha información”, no obstante, él ha apostado por seguir su camino, ese en el que cree y en el que tiene fe, por ello llegar hasta aquí es un mérito importante, “he cumplido con mis objetivos, hago la música que quiero hacer”.
Sonidos Españoles “es un proyecto largo de ejecutar”. Comenzó esbozando los movimientos de creación propia, para pasar a orquestar toda la música y escribir para todos los instrumentos. Una vez que llegó hasta ahí era necesario “interiorizar” el Concierto de Aranjuez para pasar a tener el visto bueno y asesoramiento de José Colomé, director musical, “porque necesitaba que la primera obra que escribo para orquesta estuviera a la altura, es un mundo muy complejo y quería hacerlo con rigor, no hacer por hacer”. Luego comenzaron con los ensayos, junto a la Orquesta Beigbeder, “ellos debían entender la partitura, el proyecto… ya solo queda las últimas pruebas técnicas y la suma de los artistas invitados”, que son David Lagos y Mercedes Ruiz. “Aportan momentos muy bonitos”, dice Santi.
Fiel a sus convicciones, el jerezano reconoce que es “un proyecto vital, necesitaba marcarme un reto ahora que cumplo 40 años y sentirme bien conmigo mismo”, y ahora espera que “tenga buen resultado y que programadores y directores de orquestas cuenten con él”.
Pero hay algo más, quizás lo más importante. Este reto ha cambiado la forma de verse así mismo, “he descubierto un nuevo mundo, una meta a la que pensaba que nunca iba a poder llegar, y sí, puedo decir que soy capaz de componer una obra sinfónica. Todo este camino me ha abierto la mente, y lo más importante, he recuperado la pasión por componer que uno tiene cuando empieza”.
No olvida los agradecimientos a todos los implicados en este montaje, como los ya mencionados “que se están dejando la piel”, así como a José Amosa, “mi mano derecha”, técnicos y artistas, y a Isamay, la que hasta hace unas semanas era la directora del Teatro Villamarta y que “quiso que el estreno fuera aquí”.
Las últimas entradas pueden adquirirse en las taquillas del Teatro Villamarta y en la web tickentradas.com