Checa, entrenador del Xerez CD, celebra el ascenso a Segunda Federación conseguido por su equipo, aunque de forma virtual, este domingo. Ha sido “todo un año trabajando para esto. He tenido un grupo de jugadores magnífico y una afición que ha estado apoyando desde el principio. El objetivo estaba claro, que era el ascenso. Aquí lo tenéis”.
Había que ascender y era algo que “teníamos claro desde el principio. El único objetivo era el ascenso y vine para eso. Ha sido muy difícil y la gente lo valora con el tiempo. Ha costado muchísimo, pero ya está aquí”.
Una vez que el árbitro pitó el final, el técnico reconoce que “estaba deseando que terminara el partido en Ceuta. Que lo celebre todo el mundo, porque todo el mundo se lo merece. Todo el mundo ha empujado desde fuera, cada uno en su rol. Yo estoy muy agradecido de la oportunidad que me dio el Xerez para poder entrenarlo. Es un lujo estar aquí”.
Una temporada que ha sido larga “con 34 jornadas y había que estar preparado para todo lo que viniera. Hemos pasado una racha mala de resultados, que no de juego, pero hemos logrado el resultado final que todos queríamos, que es el ascenso”.
Recordaba Checa que “hemos sufrido mucho. El entrenador sufre bastante porque está arropado por mucha gente y tengo que dar la cara por todos ellos. Sin la presencia de mi cuerpo técnico no habría sido posible y le doy las gracias a ellos y a los jugadores, que lo han dado todo”.
Y de la primera que se acordaba era “de mi mujer, es la que está todo el día conmigo, la que aguanta mi mal humor y la que me levanta cuando me caigo. Quería dedicárselo también a ella”.
También hablaba de la afición y es que “esto es una locura. Esto es una afición de primera en un equipo de tercera, ya lo he dicho mil veces. Lo único que esperamos es poder seguir ayudando al Xerez y los que vengan después. Que puedan seguir ayudando al Xerez y sumando como hemos hecho nosotros”.
E insistía en que “todo es mérito de los futbolistas, ellos son los protagonistas. Nosotros intentamos darles todas las herramientas posibles. He estado rodeado de un cuerpo técnico espléndido, gente que muere por su club y es de verdad del Xerez. Es de admirar y me han ayudado mucho”.
En las últimas semanas el equipo había pasado por una mala racha de resultados. Contra el Gerena no se podía fallar y el equipo hizo los deberes: “Estos jugadores no suelen fallar. Llevan desde el primer día con la presión de tener que ganar y con este escudo en el pecho, que pesa mucho. Solo puedo darles las gracias porque han hecho méritos para conseguirlo mucho antes”.
