Esta semana han arrancado las obras en el Cortijo La Torre de la aldea de Fuente Álamo. El proyecto, que fue presentado anteriormente por el equipo de gobierno a los vecinos, contempla una zona de esparcimiento e interpretativa del yacimiento romano y de la torre atalaya con la que cuenta el recinto. El alcalde y concejal de Patrimonio, Marino Aguilera y la edil de Obras y Servicios, Mercedes Flores, han visitado el terreno para supervisar el inicio de las obras.
Las labores de rehabilitación, con un plazo estimado de seis meses, consistirán en recuperar la era junto a la torre, instalar unos merenderos, una pista de petanca, zonas ajardinadas con predominio de la lavanda y también se generará una zona mirador hacia poniente. El Ayuntamiento ejecuta los trabajos con personal municipal al que se sumarán en agosto los voluntarios del Campo Internacional de Arqueología Fortaleza de la Mota.
“Este área que circunda la atalaya se convertirá en una zona de esparcimiento e interpretativa del yacimiento romano y de la necrópolis y torre atalaya medieval, que será la primera del municipio plenamente accesible y visitable en su base”, ha detallado Marino Aguilera que recuerda que la atalaya de Fuente Álamo está declarada Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1985 con categoría de Monumento, en el Catálogo general de Patrimonio Histórico Andaluz, así como el Cortijo de La Torre.
En cuanto a la zona arqueológica de Fuente Álamo, se encuentra emplazada en una loma elevada sobre el arroyo del Rodeo, en el acceso a la aldea y a unos 12 kilómetros de Alcalá la Real. Presenta fundamentalmente dos asentamientos, el primero, de época romana, se correspondería con un importante complejo productivo rural, centrado en la explotación agropecuaria y metalúrgica, mientras que el segundo apunta a un asentamiento medieval, en el que destaca la torre atalaya que, por su tipología, se adscribiría a los siglos XII- XIII. Asimismo, en el entorno se localiza una necrópolis, compuesta por más de 60 individuos, con una cronología que podría abarcar los siglos X y XI d.C.
Por último, la zona arqueológica incluye un cortijo, denominado Cortijo de La Torre. Este cortijo es susceptible de una importante interpretación histórica, pudiéndose relacionar su posible origen con la presencia de una alquería islámica en la misma zona. Este complejo pone de manifiesto una mayor relevancia desde el punto de vista histórico y arqueológico que arquitectónico, siendo una construcción propia de las grandes explotaciones agrarias en las que persisten construcciones relacionadas con las labores del terreno y de vivienda.
La propuesta de intervención contempla, entre otras, las siguientes actuaciones: limpieza y desbroce de la maleza en el todo el ámbito del cortijo; demolición de la edificación residencial en el interior del recinto; reparación o reconstrucción del muro perimetral de cerramiento, zuncho de coronación y remate de teja cerámica envejecida para evitar la entrada de agua al núcleo estructural del muro de cerramiento actual; incorporación al muro perimetral de una celosía de ladrillo pretensado blanco para hacer más permeable el recinto, sin perder el concepto de cortijo cerrado y garantizar la adecuada protección del BIC, generando conexiones visuales entre el interior y el exterior.