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El Marco afronta la vendimia más temprana e incierta de la historia

El levante y los episodios extremos de calor obligan a adelantar una campaña que ha arrancado de forma dispar y que se generalizará la próxima semana

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  • Vendimia nocturna de la bodega Fundador en El Majuelo. -
  • El sector augura una caída en la producción de hasta el 30 por ciento. En el Consejo Regulador esperan que la tendencia no sea la de la primera semana

Los episodios intensos y prolongados de calor en lo que llevamos de verano, unidos al que ya es el cuarto año de sequía que acusa el Marco de Jerez, han marcado el inicio de la que ya es la vendimia más temprana de la historia, que este año ha comenzado “a la carrera”. Una coyuntura que responde a las consecuencias del cambio climático y que ha obligado al sector a adelantar la cosecha por primera vez a finales de julio. Si bien de unos años atrás era habitual comenzar la campaña en agosto, incluso la primera semana, lejos de septiembre, la fecha tradicional, lo ocurrido con el arranque de esta campaña, también una de las más inciertas que se recuerda, no tiene precedentes en el tiempo.  Ahora bien, si a priori se presenta corta en cuanto a producción, pues en el sector ya dan por hecho que se verá mermada, en  el seno del Consejo Regulador de Vinos su presidente, César Saldaña, prefiere salirse de la espiral de alarmismo y aguardar a que la vendimia se generalice a partir de esta semana. “Esto es lo que nos trae el cambio climático y me temo que en el futuro estos golpes de calor impresionantes y extremos se van a ir dando en el futuro”, indica a Información.

En cualquier caso, explica, hay unas condiciones muy particulares del Marco de Jerez que hay que tener en cuenta para analizar lo que está ocurriendo en esta campaña, dado que las 7.000 hectáreas pendientes de las labores de recolección de uva “están muy desperdigadas” y cada una de ellas registran “una variabilidad en las condiciones microclimáticas muy importantes”, que se traducen en diferencias notables si se trata de viñedos de interior, de la costa, más al sur, y que este año se dan con mayor intensidad que en otras ediciones.

Esto explica que bodegas y viñistas se hayan visto en una tesitura que varía considerablemente en función de su ubicación y que en algunos casos les ha obligado a iniciar las labores de recolección “de forma aturullada”. “Nos hemos encontrado a finales de julio uva que había que recoger de urgencia, porque habían madurado tempranamente y estaban bien; pero también hay uvas que están verdes y que no han alcanzado los niveles exigidos en el pliego de condiciones (a partir de 10,5 grados baumé)”.

Como consecuencia, la disparidad está siendo la tónica habitual del comienzo de una campaña que va a ser “notablemente inferior” a la del pasado año, en la que se molturaron 57,5 millones de kilos de uva, pero que Saldaña cree que no se debe extrapolar únicamente a lo que ha ocurrido en su primera semana. “Queda mucha vendimia y muchos cálculos por hacer. Tengo la esperanza de que lo que llevamos de vendimia no sea lo que vaya a marcar la pauta”, señala tras referirse a la sucesión de días de “blandura y temperaturas más moderados con rociadas nocturnas muy importantes” a los que ha dado paso diez jornadas intensas de calor. Un cambio en las condiciones climáticas que puede ayudar a que la uva “gane más peso”.

Hay muchos interrogantes, pero en el Consejo Regulador prefieren no quedarse con los primeros datos de la cosecha, de los que reconoce abiertamente que “son malos”, y esperar a que la campaña avance y la moderación de las temperaturas y el cambio del régimen del tiempo mejoren el balance. “Estoy hablando con cooperativas, bodegas...y hay  esperanza e incertidumbre”, añade.

Sea como fuere y, nunca mejor dicho, queda mucha uva por cortar y a los datos se remite: hasta el pasado viernes, de los 33 lagares inscritos en total para la presente campaña, había once funcionando, con lo que en la Casa del Vino estima que la vendimia se generalizará a finales de la próxima semana o incluso en la siguiente. “No saquemos conclusiones de cómo ha empezado”, insiste. Así las cosas, una vez que termine la campaña, también habrá que hacer cuentas y ver cómo afecta la caída en la producción, la cual se da por hecho, en el proceso de crianza biológica, de la que varias voces ya han dado la voz de alarma. En este sentido, en el Consejo Regulador prefieren no adelantarse y esperar acontecimientos. “Lo veremos al final de la vendimia. Habrá que decidir qué parte va para la crianza biológica, oxidativa, envinado de botas...

Más pesimista se muestra Francisco Guerrero, presidente de Asevi-Asaja (viñistas independientes), que alerta de que la producción se ha venido abajo “entre la sequía y las temperaturas tan altas y el levante” y en algunos pagos más interiores se ha ido “pasificando” perdiendo “el poco líquido que tenía”. Guerrero cree que mucho tienen que cambiar las cosas para que la vendimia más madrugadora de la historia cubra las necesidades de producción y ya estima una caída del 30 por ciento, que en algunos pagos aumenta hasta al 50 por ciento. Toca esperar, cruzar los dedos y confiar en que la primera semana no marque la totalidad de la campaña para que “no vaya a peor”. De lo contrario, tiene claro que “puede haber un problema gordo” en todo el proceso de crianza biológica. “Es que nunca se ha dado esto, es nuevo por completo”, precisa. Si el año pasado, resalta, “se cubrió lo justo”, en el presente “vamos a pérdidas”, por lo que, por el momento, las perspectivas no son nada halagüeñas.  Con una cosecha que se presenta corta los precios de la uva han subido considerablemente respecto al pasado año, y ahora se sitúan en la horquilla de 58 a 68 céntimos, frente a la de 40 y 42 del pasado año. Eso sí, “los costos se han disparado” y el sector ya teme restricciones por la falta de uva a medio plazo si el déficit de pluviosidad sigue en la misma tendencia que los últimos cuatro años.

Bodegas Fundador, la primera en romper el hielo

En bodegas Fundador desde que hay registros hace 130 años no tienen constancia de un inicio de la vendimia tan madrugador como el de este año. Ellos fueron los primeros en romper el hielo el pasado 28 de julio, un hito “histórico”, al que Antonio Florido, enólogo de la casa, que venía avalado por el buen estado de la uva. “Vimos que la maduración era la correcta, y que el estado de la uva era el adecuado y decidimos aventurarnos y quitarla del campo y meterla en el lagar”, explica a Información. “No sabemos si asignarlo al cambio climático, pero arrancar en julio ha sido algo que nunca habíamos conocido pero creo que es lo mejor que podíamos hacer”, señala, tras valorar positivamente la primera semana de campaña y destacar el estado óptimo de la uva.

“El estado sanitario es muy bueno, no tiene ningún tipo de enfermedad ni nada; las altas temperaturas de estos 15 días de levante han sido nefastas porque han consumido mucho la uva y hemos perdido muchos kilos, así que lo mejor era meterla en el lagar y molturarla” . “No hemos mirado al resto, hemos mirado a nuestras viñas y lo que ha mandado ha sido el estado de la uva”.

Sus primeras estimaciones ya apuntan a una “ligera merma” en la producción de entre un 10 y 12 por ciento frente al pasado año, “que ya de por sí no fue bueno”, pero habrá que esperar a esta segunda semana de agosto, que es la fecha que barajan para cerrar la campaña. “La vendimia es imprevisible”, indica mientras las máquinas realizan las labores de recolección a la luz de la luna en la finca El Majuelo, con el Castillo de Macharnudo al fondo como testigo de excepción. “Es nuestro pequeño paraíso, nuestra Toscanita; no hay que irse tan lejos para comprobarlo”, señala. En el caso de esta bodega, explica, aproximadamente el 78 por ciento de la recolección se realiza con máquinas, a excepción de unas parcelas donde para preservar la calidad se hace manualmente.

A Fundador se sumó el pasado martes por la noche el grupo bodeguero José Estévez, propietario de las bodegas de Marqués del Real Tesoro y Valdespino en Jerez y La Guita en Sanlúcar, en la que también es la vendimia más temprana de su historia. En este caso, en total se vendimiarán 800 hectáreas que representan aproximadamente el 12 por ciento del total de la Denominación de Origen Jerez- Xérès-Sherry. La uva en esta campaña, añaden, goza de un muy buen estado sanitario, esperando obtener una producción muy similar a la de la campaña anterior. Las próximas en incorporarse serán William & Humbert, mientras que González Byass comenzará el próximo martes.

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