La presidenta provincial de Asaja en Almería, Adoración Blanque, ha afirmado que 2022 "no ha sido un año fácil para la agricultura de la provincia" debido al "desmesurado incremento de los costes de producción y de los insumos; las negociaciones y desacuerdos para la nueva PAC" así como "la inestabilidad en los precios en origen o la falta de agua, han vuelto a formar parte de la actualidad del sector".
Según el balance de Asaja, el agua es un motivo de preocupación y de "máxima prioridad" para Almería desde hace años, ya que "es y será un eje vital para el crecimiento de la provincia". "El sector necesita garantías de acceso a los recursos disponibles, de ahí la inquietud del sector ante el cierre del grifo de trasvases, la existencia de infraestructuras sin poner en funcionamiento o el alza inasumible del coste eléctrico que hace que en muchos puntos se esté pagando a precio de oro", han estimado.
Para Blanque, es "crucial" que se aborden las obras hídricas pendientes en la provincia para mejorar la calidad del agua en los municipios y comunidades de regantes y disponer de las infraestructuras necesarias para garantizar el aprovechamiento y ordenación de los recursos.
"La realidad ha sido que las facturas de la luz han ido 'in crescendo' debido en parte a este tope del gas, el cual aparte de afectar a hogares y empresas; ahoga a los regantes donde están experimentando un aumento desorbitado de hasta el 1500 por ciento multiplicando sus facturas, y haciendo inviable el regadío en sus explotaciones agrarias", ha asegurado la presidenta provincial de Asaja.
Del mismo modo, ha recordado que hasta el mes de septiembre el sector agroganadero andaluz "se encontraba con una PAC sin definir y sin poder comenzar su planificación". "A pesar de representar un 33 por ciento de los perceptores, el sector agroganadero no disponía aún de los decretos concluyentes que definen la ayuda básica a la renta; o los pagos anuales directos que se otorgan por hectárea al aceptar compromisos medioambientales".
Asaja también ha reclamado que el sistema de seguros agrarios para determinados cultivos se adecúe a las necesidades que tiene el agricultor, "un ejemplo es que en las zonas de siembra temprana no disponen de la posibilidad de incluir virosis en sus seguros debido a que hasta el 1 de junio no puede incluirse este siniestro; o de la necesidad de que la cubiertas de plástico tengan cobertura por el seguro de estructura, con independencia de si la estructura ha sido afectada o no", ha asegurado Blanque.
En la comarca de Los Vélez, principal zona productora de almedra con casi 22.000 hectáreas, las consecuencias de las heladas y lluvias que hicieron mella esta primavera cuando estos árboles frutales aún estaban en flor; provocaron daños en casi un 60 por ciento de los almendros de la provincia.
No obstante, la situación difiere en función de las zonas ya que, en el Alto Almanzora, aunque también se produjeron incidencias climatológicas, no fueron tan perjudiciales como en la parte norte de la provincia y la reducción se fijaría en un 40 por ciento. En la misma línea se sitúa la zona de Nacimiento o Campo de Tabernas, que según ha podido conocer la organización agraria todo apunta a una reducción del 50 por ciento de la cosecha; en su caso, debido principalmente a que en plena floración apareció ese polvo sahariano que ha empañado el rendimiento de su fruto.
Sin embargo, el aspecto positivo en el que se refugian los productores de este fruto seco tiene que ver con los precios, que registraron subidas en los últimos meses a excepción de la variedad Ecológica que experimenta un descenso del diez por ciento.
La uva de vino ha visto también cómo la sequía ha afectado a la producción durante los últimos años. No obstante, la cosecha de vino de este año se presenta dominante tanto en calidad como en producción; unas previsiones esperanzadoras en comparación con la reducción del 20 por ciento que golpeó al sector la pasada campaña. Asimismo, esta estimación de un 30 por ciento más de producción para esta cosecha iría ligado al significativo aumento de las precipitaciones acaecidas.
En cuanto a los cítricos, Asaja diferencia entre el primer tramo del año cuando los precios caían una media de un 30 por ciento respecto a la temporada anterior debido a la falta de demanda por la mayor presencia de productos de países terceros junto a prácticas especuladoras; una situación principalmente perjudicial para la naranja y el limón.
Por otro lado, la campaña cerraba con unos precios similares a los últimos años, siendo la naranja el producto que peor se comportó durante muchos meses a precios inferiores a los 15 céntimos de media, registrando una caída en el precio de un 42 por ciento.
La cosecha de cereal disminuirá este año su producción en más de un 35 por ciento. Resulta importante destacar un descenso de entorno al cinco por ciento en la superficie de cereales continuando con la tendencia de los últimos años, siendo las circunstancias meteorológicas entre las causas del descenso en la producción. En lo que respecta a los costes, el sector ha experimentado un incremento del gasóleo del 50 por ciento, en los fertilizantes del 54 por ciento o en las semillas de un 30 por ciento.
En el primer avance del aforo del olivar 2022-2023 para la provincia apuntaba una merma de producción de un 50 por ciento; de hecho, zona del Campo de Tabernas sería la menos afectada con un 30 por ciento menos de cosecha; siendo la zona del Valle del Andarax una de las más golpeadas con casi una reducción del 70 por ciento en este inicio de campaña, seguida de la comarca del Almanzora donde apenas hay aceituna con una reducción de casi el 80 por ciento en regadío.
En relación con el precio, los agricultores prevén una campaña atípica marcada por unas cotizaciones nunca registradas anteriormente, debido a que el precio del kilo de aceite se ha incrementado en un 40 por ciento, alcanzando los cinco euros.
La ganadería cierra este año con una situación similar al resto de sectores de la provincia. Las inclemencias meteorológicas, la escasez de alimento para los animales y el aumento de los precios; han ahogado a los ganaderos de ovino de la provincia, a pesar de haber subido por ejemplo el precio del cordero.
De hecho, un mismo ganadero por 20 kilos de cordero ha cobrado un dos por ciento más con respecto al ejercicio anterior; un leve incremento comparado con el 47 por ciento de incremento que ha tenido el precio del pienso en esta campaña ganadera.