El tiempo en: Jerez

Jerez

¿Qué sabemos sobre los homicidios y asesinatos que se cometen en España?

El porcentaje de homicidas y asesinos de sexo masculino es muy superior (92%) al de agresoras (8%)

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Asesinato de una mujer de Villanueva, Zaragoza. -

El género del true crime, siempre presente en el entretenimiento, está viviendo en los últimos tiempos otro de sus momentos de gloria. Es posible que el lector haya caído recientemente en la tentación –absolutamente humana– de ponerse delante de la pantalla a ver “Monstruo: La historia de Jeffrey Damer”, “Conversaciones con asesinos: Las cintas de Ted Bundy” o alguna más autóctona como “El caso Alcàsser”. Pero estos casos, extremadamente llamativos, no son una representación fidedigna del fenómeno homicida en general, y mucho menos delos homicidios y asesinatos que suelen cometerse en España.

El proyecto de I+D “Muerte y Delito”, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y desarrollado en la Universidad de Cádiz, está obteniendo resultados que ayudan a componer la “foto fija” deesos delitos, y a contestar los interrogantes sobre quiénes matan y quiénes mueren, por qué, cuándo, dónde y cómoocurren estos sucesos en nuestro país. La finalidad de este proyecto va mucho más allá de la de satisfacer la mera curiosidad de la ciudadanía. Se trata deprevenir futuros hechos de esta naturaleza, pero también de determinar si obtienen una respuesta legal adecuada, pues solo desde el conocimiento del problema podrán ofrecerse soluciones acertadas.

Del análisis de497 sentencias del Tribunal Supremo que enjuiciaron delitos de esta naturalezaen el periodo 2017-2021 obtuvimos datos fundamentales de un total de 583 homicidios dolosos y asesinatos, 610 agresores y 637 víctimas.

Nuestra primera pregunta es: ¿Quiénes matan y quiénes mueren? En los casos judicializados que hemos analizado, el porcentaje de homicidas y asesinos de sexo masculino es muy superior (92%) al de agresoras (8%). Casi una tercera parte de estos homicidas habían cometido con anterioridad otros delitos, pero el porcentaje de agresores con antecedentes penales por homicidio o asesinato es mínimo (solo un 2,5% en el caso de hombres y 0% en el de mujeres). Por lo que respecta a las víctimas, los hombres también lo son en una mayor proporción (el 53%), pero las mujeres corren un riesgo superior de morir en el suceso,en lugar de resultar solo lesionadas o ilesas, que son los casos de tentativa de homicidio o asesinato.Además, las mujeres son prácticamente las únicas víctimas de los homicidios y asesinatos por violencia de género o acompañados de delito sexual, y también es mayoritaria su presencia cuando se trata de enfrentamientos con parientes convivientes u homicidios por otras motivaciones interpersonales. En el resto de categorías y subcategorías, son los hombres quienes sufren una mayor victimización por homicidio o asesinato, con porcentajes especialmente elevados, por ejemplo, en el caso de discusiones motivadas por el alcohol (95%).

Respecto analizar ¿Por qué se producen los homicidios y asesinatos? hemos seguido la misma sistemática que utiliza Naciones Unidas, dividiendo los sucesos en violencia terrorista, violencia que proviene de otras actividades criminales y violencia interpersonal. Los datos muestran cómo la mayoría de estos sucesos(71%), son casos de violencias interpersonales, que se reparten, casi en su totalidad, en tres grandes grupos: los homicidios porviolencia de género,los ocasionados en discusiones y reyertas (donde destacanlos relacionados con el consumo de alcohol a altas horas de la madrugada) y otras formas de violencia doméstica o familiar(como la ejercida contra el hijo o allegados de la pareja, o bien entre otros convivientes o parientes). Frente a los anteriores, han resultado ser mucho menos importantes en términos cuantitativos los homicidios y asesinatos relacionados con terrorismo (7%) u otras actividades criminales (19%), homicidios estos últimos quesuelen estar conectados con otros delitos, como el robo o el tráfico de drogas.

Y, ¿Dónde se cometen los homicidios y asesinatos? Por lo que respecta al lugar o espacio en el que se comete el homicidio/asesinato, destaca el domicilio de la víctima (23%) y el familiar (20%), seguido de la calle (17%). A mayor distancia se encuentran los casos en los que la muerte violenta tiene lugar en un bar o discoteca (7%) o en un parque o descampado (5%). El resto de grupos de casos (domicilio del agresor, camino/carretera, etc.) arroja cada uno valores inferiores al 4%. Los datos anteriores nos permiten afirmar que más de la mitad de los homicidios y asesinatos se cometieron en un domicilio, y de estos, más del 80% se ejecutaron o bien donde convivían agresor y víctima, o bien en el domicilio de esta última.

Y, finalmente, ¿Cómo se ejecutan los homicidios y asesinatos?En el 34% de los casos, el medio empleado para cometer el homicidio o asesinato fue un arma blanca (especialmente cuchillos de cocina y navajas), medio que es también el más utilizado en los supuestos de violencia intrafamiliar, y el que provoca mayor número de resultados mortales. Le siguen en importancia las armas de fuego (22%) y el uso de la fuerza bruta, dado que un porcentaje significativo de muertes violentas (17%) se ejecutó golpeando, pateando y/o asfixiando a la víctima.

En definitiva, el auténtico perfil del homicidio intencional en España poco tiene que ver con la imagen que nos llega desde las series de televisión. Los homicidas y asesinos que mayoritariamente son juzgados por nuestros tribunales no son seres extraños o enigmáticos, “depredadores” que acechan en parajes deshabitados. Sonindividuos sin antecedentes por delitos de sangre, a menudo conocidos por sus víctimas, con los que suelen relacionarse y, en muchos casos, compartensu hogar, su proyecto de vida o sus lugares de ocio. En tales supuestos, el detonante puede ser una simple pelea o discusión, y el arma empleada, un simple cuchillo de cocina o las propias manos del agresor.

Como puede comprobarse, la realidad puede ser más inquietante que la ficción.

 

*M. Alejandra Pastrana Sánchez. Universidad de Cádiz/Universidad Carlos III de Madrid

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN