El director general de
Política Forestal y Biodiversidad de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Juan Ramón Pérez Valenzuela, ha realizado una visita al Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, donde la Junta desarrolla un seguimiento permanente a los bosques, que ha permitido la detección desde el pasado año de diversos focos de decaimiento de estas singulares masas forestales.
Desde finales del pasado verano los equipos de
Equilibrios Biológicos de la Consejería de Sostenibilidad están llevando a cabo esta actuación entre las provincias de Málaga y Granada, apoyados por los Agentes de Medio Ambiente, para cartografiar con precisión las zonas afectadas y realizar inspecciones frecuentes que determinen el patrón de expansión de esta anomalía que está desestabilizando formaciones de diversas especies, singularmente pinares.
Los expertos hablan de decaimiento forestal cuando se observa un
deterioro manifiesto en los bosques u otros tipos de monte, asociándolo a la conjunción de diversos factores, tales como las plagas o enfermedades y otros elementos adversos de carácter no biológico, como las condiciones meteorológicas, la sequía o la contaminación, ha indicado la Junta en un comunicado.
El director general, Juan Ramón Pérez Valenzuela,
acompañado por el delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, José Antonio Víquez, en un reconocimiento a las áreas más afectadas de Málaga ha comprobado la evolución de esta perturbación.
El delegado territorial y el equipo técnico que ha acompañado en la visita, la directora del
Parque Natural, Mariana Ortí, y la jefa del Servicio de Espacios Naturales Protegidos, Nieves Cruz, han dado cuenta de la intervención desarrollada en la zona de la provincia de Málaga, resultando que hasta la fecha no se percibe un patrón definido, ya que los síntomas de decaimiento se extienden por diversas áreas boscosas de este espacio natural, pero también por pinares costeros alcanzando el litoral de la provincia de Almería.
Estas circunstancias han motivado la determinación de poner en marcha una línea de experimentación que conjugará actuaciones de investigación forestal para profundizar en el diagnóstico de la situación, con el desarrollo de
tratamientos selvícolas sanitarios y preventivos, que permitan frenar los daños observados, que incluso están provocando la muerte de los árboles dañados.
En fecha próxima, se repetirá el reconocimiento en las vertientes granadinas de estas sierras, para valorar la efectividad de las medidas puestas en marcha desde la
Dirección General de Política Forestal y Biodiversidad en colaboración con las Delegaciones Territoriales implicadas de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía.