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“Somos productores de flamenco, pero se benefician los tablaos de Madrid o Sevilla”

El presidente del Clúster Turístico justifica la proliferación de hoteles en el “potencial” que los inversores han visto en Jerez

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  • Antonio Mariscal, presidente del Clúster Turístico Destino Jerez. -
  • “Los visitantes se quedan con la autenticidad de Jerez y con que no está turistificada”
  • “Si vulgarizamos la Navidad y la zambomba de Jerez el turista dejará de venir”
  • “Hace falta un palacio de congresos porque no tenemos capacidad de acogida”

Antonio Mariscal es el presidente del Clúster Turístico Destino Jerez, una asociación con carácter profesional integrada por empresas dedicadas a la promoción del turismo de la ciudad de Jerez y su comarca que conocen de primera mano la realidad de un sector clave para la economía local.

Los hoteles jerezanos alcanzaron la cifra de casi medio millón de pernoctaciones entre enero y agosto, un 6% más que el año pasado. ¿Qué lectura hace de este dato y de la evolución de lo que llevamos de año?

El dato es muy bueno, estamos muy alineados con lo que está ocurriendo en el resto de España y Andalucía, pero nos la jugamos en el último trimestre del año. Probablemente superemos los datos de 2019, como de hecho ha ocurrido en verano. La ciudad está turísticamente muy sana en cuanto a números, pero tampoco podemos caer en la autocomplacencia, porque el sector tiene muchos retos por delante. Estamos compitiendo con destinos con mejores infraestructuras que las nuestras, sobre todo en términos de conectividad.

El mercado nacional está funcionando bastante bien, pero el extranjero no recupera todavía los niveles prepandemia. ¿Qué es lo que está fallando?

El aeropuerto no ha llegado todavía a los niveles del pasado y no por falta de capacidad, porque podría duplicar el número de viajeros, pero sí es verdad que seguimos sin estar conectados a muchísimas ciudades europeas, que sería algo muy interesante. Tenemos un aeropuerto internacional pero con un mercado orientado básicamente al mercado alemán y vacacional. Me consta que el Patronato Provincial de Turismo está trabajando para atraer a compañías aéreas que estén dispuestas a apostar por este destino y ese sería un salto cualitativo. Pero tampoco podemos olvidar la dependencia del mercado nacional que tenemos en esta provincia y especialmente en Jerez, y ahí las comunicaciones de Renfe son claves. No tenemos las frecuencias que teníamos en el pasado y seguimos sin alta velocidad. Nos gustaría tener una mayor frecuencia con Madrid, sobre todo porque los trenes van siempre llenos y las tarifas están disparadas. Por si fuera poco, ahora que la autopista no es de peaje la tenemos saturada, y eso se ha visto claramente en verano. Todos estos factores nos penalizan con respecto a otros destinos.

Se habla siempre de datos de viajeros y pernoctaciones, pero menos de la rentabilidad del negocio hotelero, que es un aspecto en el que sigue existiendo mucho margen de mejora…

Jerez no ha sido históricamente una plaza muy atractiva desde el punto de vista de los ingresos de los establecimientos hoteleros porque se dependía mucho de los eventos a pesar de contar con multitud de recursos que se podrían promocionar para generar turismo durante todo el año. Los ingresos hoteleros no son los que deberían ser. Este año ha habido un momento de subida del precio medio, pero derivado del incremento de los costes y la inflación, que ha debido repercutirse en los precios, pero sin generar un mayor beneficio.

Pero a pesar de eso hay inversores dispuestos a dejarse aquí el dinero construyendo nuevos hoteles y apartamentos turísticos…

No somos una plaza con rentabilidad alta, pero a futuro hay muchísimo potencial y eso lo ven muchísimos inversores. Por eso vemos continuamente cómo se están anunciando nuevas inversiones hoteleras, aunque no sean grandes. Jerez es una ciudad muy auténtica, que es lo que dicen casi todos los visitantes que traemos. Mantiene un carácter andaluz tremendo y no está turistificada, porque no vamos por la calle y encontramos carteles en inglés ni atractivos pensados para el turista, y eso es algo que se valora en la búsqueda de experiencias cada vez más puras.

En apenas cuatro años se ha duplicado el número de apartamentos turísticos y algunos colectivos ciudadanos advierten siempre de los posibles efectos negativos de ese crecimiento. ¿Hay motivos para la preocupación?

No lo creo. En determinadas ciudades hay modelos turísticos que se están haciendo insostenibles, como las viviendas turísticas y los cruceros. Luego está el turismo de borrachera, con el ejemplo claro de Magaluf. En algunas ciudades con muchas viviendas turísticas se generan problemas de convivencia y se traslada a la opinión pública la sensación de que aquí también tenemos un problema, pero la realidad no es esa, porque si vamos a las hemerotecas no encontraremos ni una noticia en la que el turismo haya confrontado con la población local. El turismo que llega a Jerez es un turismo ‘slow’, de mediana edad, que viene a disfrutar de nuestra cultura, de nuestro pasado, nuestros vinos y nuestros caballos… El nuestro no es un turista festero, y eso hace de nuestro destino un destino muy sostenible. La relación entre visitante y ciudadano se mantiene de manera cordial y eso hace que el modelo sea sostenible.

Pero a pesar de eso hay gente preocupada por el incremento de los apartamentos turísticos…

En Jerez solo tenemos 28 establecimientos de apartamentos turísticos, que son muy poquitos. Estamos hablando de apenas 202 unidades, cuando un hotel como el Sherry Park tiene 178… Es un dato bastante irrisorio, aparte de que los establecimientos de apartamentos turísticos son empresas con un personal contratado que tienen que cumplir una serie de obligaciones.

¿Se puede convertir el centro histórico en un parque temático para el turista?

La clave del turismo es la planificación. Si hay política turística y se planifica podemos llevar a Jerez a donde queramos.

Desde este pasado mes de junio tenemos nuevo Gobierno local. ¿Qué le pide en materia turística para estos próximos cuatro años?

Que tenga claro a dónde queremos llevar a Jerez a nivel turístico, que se fije un objetivo claro y que las empresas turísticas participemos en la cogobernanza de todo esto. El turismo es una actividad económica que desarrollan básicamente las empresas privadas, de modo que somos los primeros interesados en tener un destino turístico de calidad y sostenible, porque en ello va la permanencia de nuestro negocio.

Hemos pasado el verano y de aquí a nada estaremos hablando de zambombas. ¿Es necesario intervenir este fenómeno para no terminar desvirtuando el producto que se ofrece?

Evidentemente hay que mantener este fenómeno. Tenemos dos momentos del año con el que no contábamos hace apenas quince años: el verano y la Navidad. El verano en Jerez era…, ni los lagartos por la calle, y ahora es un buen verano a nivel turístico. Estos dos fenómenos turísticos han tenido algo en común, y es que han surgido de manera espontánea. Que Jerez se haya convertido en esa segunda línea de playa no ha sido porque nosotros lo hayamos trabajado, sino porque el turista se ha dado cuenta de que era una buena opción por su planta hotelera y sus precios. De igual modo pasó con la Navidad y la zambomba. Los que llegaron se dieron cuenta de que vivíamos la Navidad de un modo diferente -algo que para nosotros era normal- y empezaron a contarlo a través de las redes sociales. Estos dos fenómenos necesitan planificación. En verano debemos comportarnos ya como una segunda línea de playa, con oferta cultural y de ocio atractiva en las tardes noches para todas esas personas que se alojan en la ciudad. Y la Navidad debemos llevarla también dónde queramos, que no es lo mismo que tener a mucha gente en la calle… Desde el punto de vista turístico apostamos por la atracción hacia el destino, manteniendo todos los elementos que provocan que nuestra fiesta, que es singular, anime a la gente a desplazarse a Jerez en esas fechas. Si esa singularidad se vulgariza y no somos diferentes a otros destinos, pues perderemos este fenómeno. Posiblemente tendríamos una fiesta con mucha gente en la calle, que beneficiaría a la hostelería, pero las empresas turísticas no obtendrían rentabilidad. Necesitamos gente de fuera que decida venir a Jerez, alojarse en nuestros establecimientos y disfrutar de la oferta turística.

Ha hablado de vulgarización de la zambomba…

Es que lo que no puede ser es que declaremos la zambomba como BIC, que la obligación de la administración pública sea preservar ese bien y que sin embargo sea la primera que se dedique a montar escenarios con micrófonos y altavoces en la plaza del Arenal… ¿Esto qué es? Si solicita la declaración como BIC para conservar un patrimonio…, no lo pervierta. La clave está en encontrar un equilibrio que nos permita mantener la tradición y al mismo tiempo generar un impacto económico que la haga sostenible. La Navidad jerezana tiene una cosa muy buena, y es que es muy democrática. Nadie se hace rico, pero mucha gente complementa su renta en esas fechas, me da igual que sea cantando en un grupo que haciendo pestiños…. Es un recurso muy singular, que lo exportamos, pero que tenemos que mantener dentro de la tradición, sacándole el mayor rendimiento económico posible, pero sin adulterarlo.

¿Tenemos ya alguna previsión para la temporada de zambombas?

Es temprano, pero va a ser de éxito, porque las empresas y los operadores ya están pidiendo espacios, servicios, espectáculos… Va a ser un éxito. Pero insisto, podemos apostar por una Navidad para los jerezanos que tenga impacto en la hostelería, o podemos apostar por una Navidad que tenga impacto en la hostelería pero que al mismo tiempo conserve la tradición y provoque esa atracción turística. Lo segundo sería lo más razonable.

Ha hablado de esos dos fenómenos turísticos sobrevenidos, como son el verano y la Navidad, pero no sé si queda algún filón más por explotar…

Apostamos por un turismo de 365 días, porque en las empresas asociadas al Clúster tenemos hasta 25 tipologías diferentes de turismo. Las posibilidades son enormes y eso permite jugar con todo el calendario, lo que significa empleo estable. Es rentable apostar por la promoción del destino porque genera actividad estable. Los eventos son buenos y provocan picos, pero no debemos funcionar como si esto fuera una montaña rusa. El tema congresual es clave en este sentido. Esta semana he pasado por un hotel de la ciudad y había dos congresos al mismo tiempo, lo que significa que existe una demanda fuerte a pesar del hándicap de la conectividad, porque tenemos unos recursos muy atractivos para las empresas. Ese turismo genera mucho más gasto y se mantiene fuera de las temporadas altas. Pero el Guadalete es otro activo muy importante. Este tipo de recursos se convierten en recursos turísticos cuando los convertimos en productos. El Guadalete tiene muchas posibilidades: senderismo, mountain bike, gastronomía, patrimonio, cultura, Cartuja, restos arqueológicos, avifauna…, pero sin embargo no hay ningún producto definido salvo lo que se está haciendo con los kayak… Está todo por hacer en un entorno privilegiado. Montes de Propios es otro activo… El flamenco… Somos productores de la materia prima, pero no la manufacturamos. Exportamos cantaores, guitarristas y bailaores a toda España, pero son otros los que se benefician de los tablaos, en Madrid, en Sevilla, en Barcelona… Nos falta mucho recorrido para convertir la materia prima en producto transformado y comercializable, y no que nuestros artistas estén todo el día buscando bolos fuera de la ciudad. Es increíble. Nos hace falta más planificación y muchísima más promoción de la que tenemos.

Ha hecho referencia al turismo congresual. ¿Necesita Jerez un palacio de congresos?

Sí, hace falta. El nivel de ocupación de Ifeca es bajísimo, creo que hay siete eventos al año. Aquello necesita una vuelta de tuerca, sobre todo por la ubicación que tiene. Disponer de un palacio de congresos sería clave porque tenemos todos los incentivos. Cuando un congresista busca un espacio busca una conectividad -que es cierto que nos falta pero que quizá podríamos conseguir con un palacio de congresos-, y una serie de atractivos en el territorio. Jerez, esta última parte, la tiene toda. Nos falta la capacidad de acogida, que está limitada prácticamente a La Atalaya. Se están haciendo congresos en salones de hoteles, pero hace falta un palacio de congresos en condiciones.  

 

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