La necesidad de reducir el consumo de agua en un 20 por ciento decretada por la Comisión de Gestión de la Sequía de la Demarcación Hidrográfica del Guadalete-Barbate ha abierto ya el debate acerca de las medidas que tendrían que empezar a adoptar ayuntamientos como el de Jerez, que es uno de los afectados por esta directriz.
Ecologistas en Acción lamenta que Jerez no haya elaborado aún el Plan Especial de Sequía al que está obligado desde el año 2010 y que teóricamente debería marcar la pauta de las iniciativas que tendrían que ponerse en marcha en un contexto como el actual.
Partiendo de esa base, las medidas menos lesivas para el interés general de la población pasarían por “reducir el riego de las zonas verdes” o aminorar igualmente el agua que se destina a las fuentes ornamentales. Al mismo tiempo, se considera posible reducir el consumo en los equipamientos públicos. Todo ello sin dejar de lado que ahora se hacen más necesarias que nunca las campañas de concienciación ciudadana.
Claro que Antonio Figueroa, de la organización ecologista, advierte de que si con la adopción de esas medidas no se logra el necesario ahorro del 20 por ciento habría que dar un paso más y plantear “mayores restricciones”, como evitar el lavado de coches en la vía pública e incluso “reducir la presión de las redes de abastecimiento”.
El objetivo sería evitar los cortes en el suministro, que deberían quedar para una “última fase”. Figueroa es moderadamente optimista dado que “ni por asomo” estamos todavía en ese escenario y porque apenas ha comenzado el año hidrológico y “parece” que podría ser “húmedo”. Eso no quita en cualquier caso que haya que trabajar pensando en ese “horizonte”.
Una vez conocido que los ayuntamientos deben hacer lo posible para reducir un 20 por ciento el consumo urbano, la otra duda que surge además de las medidas que puedan adoptarse es cómo se va a fiscalizar que efectivamente se cumplan los objetivos propuestos.
En este sentido, Ecologistas en Acción entiende que tanto la Junta de Andalucía como el propio Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana disponen de las herramientas necesarias para saber si se está cumpliendo lo dispuesto y, en su caso, requerir a los ayuntamientos a que sigan las directrices de la Comisión de Gestión de la Sequía.
El Ayuntamiento prepara un bando
Por su parte, fuentes municipales adelantan que el Ayuntamiento está ultimando el borrador de un bando municipal que recogerá unas primeras iniciativas con el objetivo de cumplir lo dispuesto por la Comisión de Gestión de la Sequía.
En paralelo, el asunto está siendo abordado conjuntamente con la Administración autonómica y con los propios servicios municipales que se pueden ver afectados por la adopción de cualquier tipo de medida de ahorro.
El campo quiere ya “ayudas directas”
En el campo, el recorte de la dotación de riego alcanza el 50 por ciento, duplicando lo dispuesto hace justamente un año. Para José Pravia, presidente de Asaja-Cádiz, esta medida supondrá “un impacto fuerte” para todos los cultivos de regadío, reivindicando “ayudas directas para compensar esta situación”.
En paralelo, entiende que las administraciones tendrían que empezar a trabajar para mejorar las infraestructuras hídricas, defendiendo entre otras cosas la interconexión de los diferentes embalses de la cuenca para evitar que algunos se vean obligados a “tirar agua” mientras que otros están prácticamente vacíos.
El secretario general de COAG-Cádiz, Miguel Pérez, comparte que las medidas de ahorro tendrán “un impacto muy importante” en todos los cultivos de regadío, dando por hecho que habrá “reducción de la producción, del empleo y de la riqueza”.
“Ojalá tengamos un cambio de ciclo en otoño, pero el problema es que esta vez no necesitamos un año normal, sino que necesitamos que llueva por encima de la media”, apostilla.