La crónica negra de Jerez vuelve a salir a la palestra en forma de libro. Manuel Ramírez lanza el segundo volumen de Crónica Negra de Jerez, una obra editada por la editorial Tierra de Nadie y que ya se puede adquirir en cualquier librería. Un libro que recoge, en 359 páginas, más de 170 casos “con su correspondiente entreadilla” de crímenes y sus modus operandi. “Desde un puntapié pasando por cuchillos, pistola, una lanza o una piedra. Muchas maneras de matar que hay”.
Ramírez realiaza este trabajo “por reivindicar a las víctimas. El accidente que hubo el otro día en Cádiz ya nadie se acuerda. El tema de estas cosas de los crímenes es que la gente luego no se acuerda ni hay conmemoraciones, a no ser que sean casos muy sonados como Juan Holgado. Sacar del ostracismo todo este tipo de casos que en su día fueron muy sonados y que pasaron al olvido”. Hay casos desde el siglo XV hasta la actualidad, aunque “no va tanto por fechas”. El critero a seguir es “la manera de matar. Hablo, por ejemplo, de las emparedadas. Gente que moría dentro de paredes. Una cosa que inventaron creo que los ingleses. A los nobles como no los podía tocar un verdugo los emparedaban. Aquí en Jerez hubo un caso de emparedada en la iglesia de Santo Domingo”.
Los diferentes casos que selecciona tienen “una trascendencia social. He intentando mostrar que lo que ocurre actualmente ya ha ocurrido antes. Empiezo el libro con una entradilla del periódico El Guadalete de 1906 que habla de que los jóvenes han perdido la educación, la moral y eso. Algo que ya se decía entonces. La sociedad no ha avanzado”.
Manuel Ramírez entiende que “la crónica negra está de moda”. Este es el segundo libro, aunque por ahora “voy a parar porque te puedes hartar. En un futuro ya veré porque hay muchos casos que son importantes. La gente dice que parece un libro de relatos. Pero es que no son relatos, son verdades, cosas que han pasado de verdad”. Explica también que hay “muchos casos sin resolver. El de Juan Holgado no es el único. Gente, por ejemplo, que en su lecho de muerte ha confesado algún crimen. Esto es un estudio social de lo que ocurre y ha ocurrido. Quizás en este momento en el que estamos puede que estén matando a alguien”.
Esta segunda obra se circunscribe a Jerez y todo su término municipal. “Hay casos en La Barca de la Florida como en el Oeste americano. Todo lo que ves en las películas lo han copiado de aquí de Andalucía. El tema de exponer un cadáver para que la gente lo reconozca. En el otro libro lo menciono con el destripador de Montealegre que mató a 22 personas. Uno que se le escapa, lo remata y lo entierra ahí mismo, lo encuentran unos perros y para saber quién es lo ponen en la Plaza del Arenal en un cajón para que alguien lo reconozca, como en las películas. Hablo del siglo XVI”.
Algunos, muy fuertes “como el del granjero, en San José del Valle, de allí he puesto cinco casos a cuál más salvaje. En este, un hombre mató a la mujer, a la suegra y a las dos hijas. El día anterior había hecho la primera comunión la hija. El tío se viste con la misma ropa que se puso para la comunión de la hija y se entregó en el cuartel de la Guardia Civil. Margarita Landi habla de que fue el caso más sangrante que ella vivió. Y fíjate lo que había visto esa mujer. Hay otro caso en San José del Valle de un hombre que hacía incesto con sus hijas y las enterró vivas”.
En cada capítulo “voy explicando qué es lo que viene y cómo es la forma de matar. Por ejemplo, degollar, explico lo que es y pongo casos de este tipo de crímenes. Muerte por un golpe, a culatazos, una lanza, envenenamiento, martillo, hacha, un puntapié, una silla, una pistola… todo lo que se te ocurra. La gente ha utilizado todo lo que hay. Lo hago como un periódico”.
Hay casos famosos “como el crimen del Tanit, en la calle Córdoba en el año 1994. Fueron dos atracadores, el Peseta y el Tiramillas a dar un palo a un pub, se llevan a los tres camareros y matan a uno y dejan gravemente heridos a los otros dos. Se les fue la olla. El crimen de las Tablas, por una máquina trituradora de marihuana. El del botellódromo, el de la calle Salas. El de las 102 viviendas que cuando lo mató le puso el cuchillo en la mano al muerto para que pareciera que había sido en defensa propia y hay vídeos poniéndole el cuchillo en la mano”.
“Estos dos libros podrían servir para saber qué días son los más problemáticos para salir a la calle, qué días son los que matan a más gente, qué horas, qué zonas…se pueden hacer estadísticas”, dice Ramírez.
Además, entiende que Jerez no es consciente de su crónica negra. “El caso de Juan Holgado es del que más se acuerda la gente. Al principio se recuerda, como el caso de la chica apuñalada por su novio en la Avenida de Lebrija. Fue un escándalo, pero se olvidó a los meses”.
Toda la vida buscando documentación para una obra realmente completa
Manuel Ramírez empezó cuando tenía 14 años. “Trabajaba en el Teatro Villamarta e iba al archivo municipal y luego cuando salieron los ordenadores fui de los primeros en hacerme uno. Me hacía mis carpetas. Siempre leía la prensa y cada vez que encontraba algo lo guardaba. Cuando veía que tenía muchas cosas iba especializando, indagando y buscando testimonios. Luego hay gente que te cuenta diferentes cosas, recuerdos y cosas que hemos visto. Yo recuerdo cuando iba al colegio con mi hermana vimos un hombre muerto en el suelo y dos policías armadas al lado. Era de las primeras veces que fui consciente de la muerte.