Los bares de Algarve y Remedios se han comprometido con el Ayuntamiento a “poner medios” para minimizar los efectos de la masificación de público que reúne este punto de encuentro de los jóvenes los fines de semana ante las quejas vecinales que se han registrado en los últimos meses. Así se lo han hecho saber los hosteleros de esta céntrica vía a los delegados municipales del Centro Histórico, Comercio y Seguridad, Agustín Muñoz, Nela García y José Ignacio Martínez, respectivamente, en distintas reuniones mantenidas estos días para abordar la situación de la calle.
Además de contar con seguridad privada, los hosteleros se han organizado de forma conjunta con su propio personal, como si de una “patrulla” de bares se tratara, para garantizar la accesibilidad y el aforo en la calle y que vecinos y transeúntes en general puedan moverse por este punto sin problemas, ni necesidad de que les abran paso para entrar en los comercios, a sus propias viviendas o simplemente pasear por la calle.
También van a estar pendientes, dentro de sus posibilidades, para que no se dej comportamientos incívicos como orinar en los portales. “Todos los bares del centro estamos un poco sobrepasados por el volumen de gente que viene el fin de semana, la hostelería está masificada porque el centro se ha potenciado y hay más volumen de público del que podemos atender, pero nunca ha habido ningún altercado ni en el Ayuntamiento tienen a esta calle como conflictiva”, señala a VIVA JEREZ Pablo Serrano, de La Esquinita de Algarve, uno de los locales de moda, que estos días se ha sentado con los representantes municipales para tratar de dar una solución a esta problemática tras las reclamaciones de los residentes.
“Yo soy el primero que me quiero ir a otro local porque no tengo espacio para atender a mis clientes, pero de momento no puedo, pero somos conscientes de que la gente tiene que entrar en su casa y en los comercios sin problemas y por eso vamos a poner medios con personal controlando la calle para que haya paso”, explica.
A las quejas vecinales, se une el hecho de que la temporada de zambombas esté a la vuelta de la esquina, de ahí que los locales que se suceden en esta calle, que rozan la decena, hayan preferido intervenir desde este mismo fin de semana antes de que las fechas “tan potentes” que tienen por delante agraven las consecuencias de la movida, que en el caso de este local específico ya le ha pasado factura en varias ocasiones.
El pasada fin de semana, en sus propias redes sociales, avisaban de que les habían cerrado la terraza y pedían colaboración. “A vecinos, policías y administraciones no les gusta nuestra esquinita tal y como la conocemos, por ello os pedimos comprensión y colaboración. Necesitamos vuestro apoyo y vuestra ayuda”, señalaban en un comunicado tras ser sancionados por la Policía Local y verse obligados a cerrar el establecimiento a las seis de la tarde.
Con la calle en el punto de mira, como ocurrió en su día con San Pablo, y un plan de refuerzo especial municipal para controlar el cumplimiento de las licencias, lo que no entienden es que sigan esperando que el Ayuntamiento dé salida a su licencia de veladores. “La licencia de terraza está pedida desde hace meses y concedida desde mediados de verano, pero los tiempos de la administración van muy despacio. Esta misma semana he estado en el Ayuntamiento con Horeca y la leí incluso, pero solo falta que le den salida”, señala. Así se lo explicó a los agentes, que ante la falta de documentación que acredite este trámite, siguieron adelante y levantaron acta obligándoles a cerrar y se personaron también en otro local de la calle.
Serrano también ha trasladado este asunto a Urbanismo para que agilicen esta tramitación administrativa, mientras deja claro su predisposición y la del resto de bares de la calle para sentarse con los vecinos afectados, que también se han organizado en las últimas semanas y han pedido medidas al Ayuntamiento al considerar la situación “insostenible”. “Ellos ni nos miran a la cara, parece que somos sus enemigos y se lo hemos dicho al Ayuntamiento, que nos gustaría sentarnos con ellos”, concluye Serrano.