El secretario general del PSOE gaditano, Juan Carlos Ruiz Boix, se ha felicitado por la renovación al frente del Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska, número uno en la lista de la formación por la provincia de Cádiz en las pasadas elecciones generales del 23J.
Ruiz Boix ha destacado “la rigurosidad del trabajo, la eficiencia y eficacia, y el sentido democrático de todas las decisiones que ha tomado” Grande-Marlaska que le convierte, ha remarcado, en uno de los miembros del Gabinete de Pedro Sánchez que ha permanecido desde la moción de censura.
Cuestionado sobre si el ministro renunciará a su acta de diputado, tal y como hizo en 2019, el líder provincial del PSOE ha indicado que la decisión corresponde al presidente del Gobierno pero que, en caso de que así lo disponga, la alcaldesa de El Gastor, Isabel Moreno, número cuatro de la lista, no tendrán problema en “asumir la nueva tarea” y se ha mostrado seguro de que haría una buena labor como diputada nacional porque es “una persona preparada y capacitada”.
Ruiz Boix también se ha alegrado por la continuidad de José Manuel Albares al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores. Ha recordado que Albares ha ultimado el acuerdo con Fabian Picardo, representante de Gibraltar, post Brexit, que quedó pendiente de firma con las elecciones generales, y confía en que se pueda sellar un pacto que beneficie a la comarca del Campo de Gibraltar.
El secretario general del PSOE de Cádiz se ha referido, por último, a María Jesús Montero y Luis Planas, ambos andaluces. De la ministra de Hacienda, y en esta legislatura vicepresidenta cuarta, ha dicho que ha sido clave para la consecución de carga de trabajo de NAvantia y Airbus. Del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha sostenido que es el hombre idóneo, por su conocimiento de la política agraria común europea, para defender el sector primario. “El campo gaditano está en buenas manos”, ha remachado.
Finalmente, Ruiz Boix ha enviado un recado al PP, a cuyos dirigentes, con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, ha pedido que acepten su labor de oposición después de “tres meses de pataleta” y ha apelado a sus valores “católicos para que asuman con resignación que” no van a gobernar.
