El tirón de las zambombas en Jerez sigue superando todos los registros habidos y por haber. La ocupación de estas celebraciones populares de las plazas del centro confirman más que nunca la dimensión que desde hace años han tomado estas reuniones como eventos multitudinarios, que en el clúster turístico Destino Jerez equiparan ya con otras citas que se viven en la vía pública de forma masiva como Las Fallas de Valencia, los SanFermines de Pamplona y los vecinos Carnavales de Cádiz.
Este viernes, en la jornada festiva, el centro histórico alcanzó su punto álgido con una marea humana que en algunos momentos hacía realmente complicado transitar por algunos puntos como San Miguel y especialmente por calle Larga con las actuaciones desde el balcón de El Gallo Azul Los Mijita y el Zambo con su evento El Balcón de las Zambombas, que se repetirá este sábado.
A falta de datos oficiales, las sensaciones que va dejando el puente, que algunos califican ya de “apoteósico”, no pueden ser más positivas tanto para el colectivo que preside Antonio Mariscal, como a pie de calle y en la propia hostelería de un centro lleno de visitantes y jerezanos al que ni siquiera las ligeras lluvias de miércoles hicieron mella. Todos quieren venir a Jerez en Navidad y vivir estas fiestas en la calle, incluso si el tiempo no acompañaba, como ocurrió miércoles. “Es indudable que la zambomba está tomando una dimensión de una fiesta que atrae mucha gente y en la que hay una amplia participación popular”, apunta Mariscal.
Independientemente de que vea necesario dotar a este evento, por su envergadura, de su propia mesa para “evaluar la Navidad jerezana”, pero “no para echarnos flores, sino para ver lo que es bueno y lo que es mejorable”, ha detectado claramente una “evolución” a la hora de “planificar” esta temporada de zambombas por parte del Ayuntamiento.
Tras años “con la planificación cero”, ve con buenos ojos las medidas adoptadas para a nivel de seguridad, limpieza y de tráfico, con el “cierre de espacios” para evitar que el centro colapse (de vehículos). “Es lo que siempre hemos pedido a la Administración, que planifique y que gestione; no lo está haciendo mal; seguro que es mejoble, y eso lo veremos en la mesa”, sostiene.
A partir de ahí, lejos del “desmadre” y del “zambotellódromo” del que hablan otras voces, Mariscal pone el foco en la recuperación del “carácter popular” y “participativo” de las zambombas en la calle, “multiplicándose” tanto en los espacios públicos como en los privados por parte de familiares y amigos, con candelas incluidas, pestiños y buñuelos. “Es lo más parecido a las casas de vecinos, que nos montemos nuestras propias zambombas”. Atrás queda la instalación de escenarios y megafonía de las últimas navidades que, en opinión del presidente del clúster, resultaban “demenciales” y mostraban al público un modelo de zambomba que, a su parecer, no se ajustaba a la tradicional.
Con esta realidad, defiende a las zambombas como “una fiesta muy democrática” que echa a la calle a mucha gente de dentro y fuera de Jerez, con el consiguiente impacto económico que esto supone para una ciudad con un alto índice de desempleo en una época tan “relevante” como es la Navidad. “A nivel económico, turístico y comercial el impacto de las zambombas es grande. Nadie se hace rico con esto, pero da de comer a muchas familias de la hostelería, de los coros que cantan…y nuestra ciudad necesita de esto y de muchas cosas más”, señala.
Al transcurrir el grueso de la fiesta en la calle, Mariscal entiende las críticas de los vecinos por el ruido propio de este tipo de celebraciones, pero pone también en valor los beneficios que deja, al margen de que, insista, en que haya que ir mejorando cada año. “Es un evento sobrevenido que necesita de unos servicios y se están poniendo”, afirma.
Otra novedad de este año ha sido la instalación de poco más de 40 aseos portátiles, otra de las reivindicaciones de los últimos años, aliviando un problema a los bares, que tenían que soportar todo este peso, pero sigue siendo insuficiente. Así lo ven en el seno de la Asociación Hostelería de Jerez después de las quejas que le han transmitido sus bares asociados que suelen concentrar las colas de personas que les cruza toda su barra para utilizar sus baños. “Llevábamos muchos años pidiéndolo y ha sido un acierto también ese modelo de urinario pero hacen falta muchos más porque cada vez viene más gente a Jerez”, explica el presidente del colectivo, Alfredo Carrasco.
Tanto Carrasco como Mariscal subrayan también, hasta ahora, la ausencia de incidentes y altercados importantes pese a la gran avalancha de personas concentradas. “Era necesario ordenarlo todo un poco, y el plan de limpieza también está funcionando bien, en general la gente está contenta, trabajando mucho. Ha sido apoteósico”, concluye el representante de los hosteleros.