No lo habían previsto.
Ni siquiera los organizadores se lo habían comunicado, pero pudieron reaccionar a tiempo. El delegado municipal de Seguridad, Ignacio Martínez, ha hablado este martes del
colapso que se originó la tarde del viernes en la calle Larga para ver a artistas flamencos interpretar
villancicos de la tierra a media tarde desde el balcón del Gallo Azul. La expectación que causó esta original iniciativa fue tal que en la arteria principal del centro
llegaron a congregarse “entre 3.000 y 4.000 personas”. Una concentración
"espontánea" de público que
supuso un “test de estrés” para la Delegación de Seguridad del Ayuntamiento y del que considera que salieron airosos despejando el tráfico en la zona de Las Angustias para permitir solo el paso de residentes y de servicios públicos. Dos horas más tarde, una vez finalizada la actuación, pudieron restablecer el tráfico "con normalidad". Ya el sábado, el segundo día, aunque con el mismo número de personas, Seguridad sí estaba prevenida y repitió el mismo operativo.
“Es como si un espectáculo de grandes artistas del teatro Villamarta lo llevamos al Gallo Azul, el aforo se triplicó de forma espontánea”, ha detallado Martínez, refiriéndose de nuevo a “algunos test de estrés” por los que los servicios municipales están pasando desde el mismo día en el que se encendió el alumbrado extraordinario de la Navidad, el 23 de noviembre, pese a ser jueves, tal y como hoy ha reconocido la propia alcaldesa, María José García-Pelayo.