El Gobierno local mantendrá una reunión con los sectores “afectados” y “beneficiados” de las fiestas en el centro de Jerez, es decir, vecinos del centro histórico, por un lado, y comercios, hosteleros y hoteleros, además de representantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad” en una mesa de trabajo conjunta para “analizar” cómo han transcurrido todos los dispositivos y “ver qué hay que corregir para evitar problemas” de cara al próximo año. Así lo ha anunciado la alcaldesa, María José García-Pelayo, este martes en declaraciones a los periodistas tras las críticas vertidas por la Asociación de Vecinos del Centro Histórico por las consecuencias de la movida de las zambombas.

La alcaldesa ha defendido que a nivel de limpieza se está actuando “rápido” con el refuerzo del dispositivo para “minimizar al máximo” los problemas que origina “vivir casi en una zambomba”, y se ha mostrado dispuesta a “escucharles y colaborar”. No obstante, también ha reconocido que “hasta que no acaben las zambombas –dentro de dos semanas- no van a estar tranquilos”. Independientemente de que la afluencia masiva de visitantes y jerezanos les esté obligando a hacer un “especial esfuerzo de seguridad y limpieza”, en términos generales la máxima autoridad local tiene claro que “estamos a la altura de lo que se esperaba en Jerez” al margen de que “todo se pueda mejorar”.

Por su parte, el delegado de Seguridad, Ignacio Martínez, ha descartado que se hayan dado situaciones “incontroladas”, aunque la llegada de visitantes haya desbordado todas las previsiones. Preguntado sobre si se plantea endurecer el bando de zambombas, Martínez ya recordado que este año los dispositivos han experimentado una  “modificación total” con un “despliegue” a nivel de movilidad y accesibilidad para “descongestionar el centro” de vehículos particulares y “priorizar” el transporte público. Además, ha hablado de otra parte de vecinos del centro que le han trasladado que “están contentos” por las facilidades que este año tienen “para entrar y salir de sus casas”.