Una vez pasada la Navidad
Luis de Perikín comienza a respirar. Realmente este músico del barrio de Santiago no pisa el freno nunca, pues ya tiene su cabeza puesta en el estreno de los
singles de Maloko Soto, Manuel de Cantarote o Joselete. Son tres nombres propios del elenco de
Así Canta Jerez en Navidad, el grupo que lidera Luis y que este 2023 ha roto todos los parámetros establecidos como normales en el ámbito del villancico.
Y no ya por su capacidad de acercar a un público juvenil o incluso a niños a las coplas de Nochebuena, ni si quiera por conseguir que sus letras o las que su gente ha popularizado se canten en la calle, pero sí que es justo reconocer que con sus éxitos ha abierto la puerta grande de espacios escénicos como el
Lope de Vega dela Gran Vía o el Liceu de Barcelona.
La gira
Jaleo ha sido “muy especial”, según el autor, “empecé a darle forma en febrero, intentamos cerrar en esa fecha los conciertos y en esos meses le doy muchas vueltas a la cabeza para sacar nuevos villancicos y cambiar algo del repertorio. Sí que es verdad que cada vez ensayamos menos porque nos piden los éxitos de años atrás”.
El jerezano asegura que “el público nos sigue y canta nuestros temas, nos espera y parecen embelesados. Esa es la experiencia que nos marca y nos llevamos cada uno de nosotros, ver al público entregado”. Este año ha incorporado nuevas voces al grupo como las de
Pilar del Remendao, Ana y Candela Junquera, nuevos valores que “no solo cantan bien, porque al final eso es relativo teniendo en cuenta que lo que se busca es que suene el coro, pero son más importante sus valores como personas, que se integren bien, que tengan ilusión, que crean en el proyecto…”.
Han sido treinta y seis funciones las celebradas este año, la mayoría de ellas con el papel agotado. “Hemos llenado tres noches en Sevilla, dos mil personas cada gala, y eso es muy difícil en el mundo del flamenco. Lo importante de esto es que este proyecto empezó hace muchos años e íbamos y veníamos con lo que había, en un autobús toda la noche. Ahora vamos a buenos hoteles, comemos bien, creamos una armonía para que todo fluya y el grupo se encuentre con calidad y esté a gusto”, comenta.
Este año ha sido distinto por otro motivo más, ya no tiene cerca o al otro lado del teléfono a su padre
Periquín Niño Jero, que falleció el pasado mes de marzo. “Lo echo mucho de menos porque siempre estaba ahí, de buenas a primeras me llamaba por teléfono mientras estábamos de gira y me decía, manda algo para momá que estoy en el banco”, recuerda entre sonrisas, “y nos acordamos mucho de él, me inspiro en sus facetas para crear melodías y meterle letras”.
Nos adelanta que “en marzo se cumplirá un año de su muerte y queremos, con el permiso de mis hermanos, publicar cinco o seis temas que dejó grabado sin que él lo supiera. Lo engañé un poco para que se metiera en el estudio y dejara algo grabado, y ahora es el momento para que vea la luz. Tendrá colaboraciones y queremos que esté en las plataformas digitales, quizás sacar un número limitado de discos físicos para regalar o vender y que los beneficios vayan destinado en parte a una causa benéfica, para que la gente salga de las cosas malas”.
Juan Villar o Capullo de Jerez han puesto sus voces al servicio de la guitarra de Periquín en este proyecto, entre otros. “Mi padre era un genio, muy especial, lo he admirado como artista y merece que este disco sea disfrutado”.