La ceremonia de los Óscar no solo determina la gloria para determinadas películas, sino también para quienes las protagonizan. Estar nominado y, más aún, lograr la estatuilla, dispara sus respectivas cotizaciones. De hecho, es en estas categorías donde se va a concentrar el interés de esta edición, puesto que las películas favoritas de la noche ya han gozado de un amplio recorrido comercial en salas de todo el mundo; es decir, Oppenheimer no necesita del Óscar para triunfar en taquilla, ya lo ha hecho, y es, en cualquier caso, una cuestión de prestigio.
Los que más tienen que ganar o perder son ellas y ellos, las nominadas y nominados a la mejor interpretación, que parten con apuestas más que claras en el primer caso -Emma Stone parece tener poca rivalidad- y un Paul Giamatti sensacional, en el otro, frente al brillante trabajo de Cillian Murphy y el esforzado empeño de Bradley Cooper.
Mejor actriz
Pese a que existe cierte unanimidad en torno al trabajo de Emma Stone en Pobre Criaturas, lo cierto es que la categoría femenina presenta dudas razonables, empezando por el caso de Lily Gladstone, sin duda, lo mejor de la última película de Scorsese, Los asesinos de la luna. Nadie pondría reparos si el premio es para ella. Después están Carey Mulligan, por Maestro, y Annette Bening por Nyad, dos biopics dramáticos -ambos producidos por Netflix- y, ojo, Sandra Hüller por Anatomía de una caída. Mulligan es una actriz exquisita, ya se mereció el premio por Una joven prometedora, y vuelve a demostrar lo grandísima actriz que es en una película pensada, casi exclusivamente, para triunfar en esta categoría, aunque es la propia película la principal rémora para lograrlo.
Mejor actor
Es en esta categoría donde se va a vivir uno de los grandes duelos de la noche. Será entre Cillian Murphy por Oppenheimer y Paul Giamatti por Los que se quedan. Bradley Cooper, por mucho empeño que haya puesto en su discutible Maestro, está lejos de la naturalidad con que Murphy y Giamatti han dado vida a sus respectivos personajes. Junto a ellos, una sorpresa, la de Colman Domingo por Rustin, y todo un secundario de lujo, Jeffrey Wright nominado por su protagonista en American Fiction.
La cinta de Christopher Nolan le ha valido al actor Cillian Murphy, protagonista de la serie Peaky Blinders y ya secundario en anteriores trabajos de Nollan, su primera nominación al Óscar tras haberse metido en la piel del 'padre de la bomba atómica'. Murphy ganó el Globo de Oro al mejor actor de drama, mientras que Paul Giamatti lo hizo con el de mejor actor de comedia y el Critics Choice Award. Giamatti está insuperable en la piel del 'ojo pipa', el profesor de una elitista academia al que obligan a pasar las vacaciones de navidad en las instalaciones junto a varios alumnos que no pueden ir a casa con sus familias y la cocinera del colegio.
Esta es la segunda nominación para Giamatti, después de que en 2005 optara al Óscar al Mejor actor de reparto por 'Cinderella Man', y su segunda película a las órdenes de Alexander Payne, que le dio su primer papel protagonista hace 20 años en Entre copas.