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Botafuegos cumple 10 años con 700 presos más de su capacidad

El director del centro destaca los logros alcanzados en materia social y asistencial. En lo que va de año se han producido 2.428 ingresos y 2.129 bajas en la cifra de internos

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El centro penitenciario de Botafuegos, en Algeciras, acaba de cumplir diez años con la misma problemática que se suscitó al poco tiempo de su puesta en funcionamiento, como es la sobreocupación de las celdas. Así, la cárcel, que fue inaugurada en el año 2000 con un total de 1.008 celdas cuenta en la actualidad con 1.702 presos, una cifra que supera con creces los planteamientos iniciales de la prisión.

El director de la cárcel, Francisco Márquez, asegura que no se trata de un problema que pueda afectar al funcionamiento de la actividad penitenciaria, ya que “nunca se ha llegado al doble” de las posibilidades de ocupación del centro algecireño.

Así, mientras algunas celdas asumen la ocupación de dos internos, otras mantienen las previsiones inicialmente establecidas por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, con la ocupación de un único interno por celda.

Además, Márquez señala que se han llevado a cabo actuaciones para mejorar esta situación, como la reciente supresión de uno de los dos módulos de mujeres, ante el considerable descenso de internas existentes en la cárcel algecireña.

Esta situación llevó a la Dirección de la prisión a comprimir en un módulo toda la actividad penitenciaria con mujeres, con el objetivo de aportar un módulo más al centro. “Ningún módulo ha alcanzado nunca los 144 internos”, señala al respecto el director del centro.

Francisco Márquez apunta a que la situación de sobreocupación del centro penitenciario de Botafuegos responde, también, a “la cantidad de internos que nos mandan Ceuta y Málaga”, una situación que, asegura, dejará de producirse cuando se lleve a cabo la inauguración de las inminentes cárceles de Ceuta y Archidona.
“Actualmente recibimos prácticamente a todos los internos de Ceuta”, manifestó, en una cantidad que sitúa en torno a los 350 presos, y con un registro aproximado de entradas de cuatro diarios, “unos para quedarse aquí, y otros para ser trasladados a otras prisiones”.

Actualmente, el centro penitenciario de Botafuegos cuenta con 1.702 presos, y un movimiento anual de 2.428 ingresos y 2.129 bajas. Pese a estas cifras, Francisco Márquez considera que “fue un acierto que se hiciera en el Campo de Gibraltar un centro de estas dimensiones”.

La sobreocupación de la prisión ha sido uno de los asuntos que más ha preocupado a los distintos directores con los que ha contado el centro penitenciario, así como uno de los caballos de batalla principales que han tomado los sindicatos en sus reivindicaciones sobre el funcionamiento de la prisión.

Aniversario
El director del centro penitenciario de Botafuegos, Francisco Márquez, hace un balance positivo de los diez años de actividad de la cárcel en el municipio. En este sentido, Márquez, que ha asumido la dirección de la cárcel en los últimos cuatro años, señala que “en los seis primeros años hubieron muchos directores y subdirectores, y ahora hemos conseguido una estabilidad en este sentido”.

Otro de los logros en su periodo de gestión ha sido el incremento en un 50% del número de programas de tratamiento llevados a cabo en la prisión, con un total de once programas que operan en la actualidad en el centro penitenciario algecireño dedicados a diversos frentes, tales como la lucha contra la drogadicción, la violencia de género, las agresiones sexuales, el régimen de grado, la situación de los presos extranjeros, de los discapacitados, la seguridad vial o la disuasión de suicidos”.

Otro de los grandes éxitos alcanzados en este periodo ha sido la puesta en funcionamiento del Centro de Inserción Social (CIS) perteneciente a la jurisdicción del centro penitenciario de Botafuegos, que ha posibilitado que muchos internos en régimen de tercer grado, puedan ocupar estas instalaciones sólo para dormir, así como para el desarrollo de actividades destinadas a la reinserción social y laboral, así como para el disfrute de un régimen de semilibertad.

La cárcel afronta otros retos de cara al futuro, como la puesta en marcha de nuevos programas, entre los que se encuentra el programa destinado a los enfermos mentales, así como la actuación ante algunos problemas que preocupan en la seguridad del centro, como la mejora en el control de la rotonda de acceso al centro penitenciario.

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