El Teatro Villamarta pondrá en escena su producción de la ópera ‘Diálogos de Carmelitas’ en el Teatro Cervantes de Málaga (16 y 18 de febrero) y de la zarzuela ‘Doña Francisquita’ en el Gran Teatro de Córdoba (23 y 25 de febrero). En el teatro malagueño encabeza el reparto la soprano Ainhoa Arteta, en el papel de Blanche de la Force, mientras que en el principal escenario de la ciudad de Córdoba la cantante Auxiliadora Toledano encarnará el rol de Doña Francisquita, junto al tenor Alejandro del Cerro interpreta el personaje de Fernando Soler.

“Sobrecogedora y actual”. Así ha definido Francisco López, autor de la dramaturgia y director de escena, este ‘Diálogos de Carmelitas’ de Francis Poulenc. El libreto sitúa la acción en los años del Terror de la Revolución Francesa que trajeron consigo una restricción de las libertades y la muerte en la guillotina de un grupo de monjas carmelitas, dato documentado históricamente.

El responsable escénico no fija tanto su atención en el contexto histórico del argumento sino que, desde el punto de vista de la dramaturgia, intenta potenciar los temas universales que subyacen en ese envoltorio. Y esta temática no es otra que, por un lado, el miedo a la muerte, el miedo físico a la desaparición que pone en crisis cualquier creencia; y, por otro, el miedo a vivir, de ser incapaz de enfrentarse a la realidad.

Además de Ainhoa Arteta, forman parte del reparto artístico de esta coproducción del coliseo jerezano y el Teatro Cervantes de Málaga los cantantes Maite Alberola (Madame Lidoine), Ana Ibarra (Madame de Croissy), Eglé Wyss (Madre Marie), Nuria García-Arrés (Sor Constance), David Alegret (Caballero de la Force) y Luis Pacetti (Capellán). La Orquesta Filarmónica de Málaga será dirigida por Pedro Halffter.

Una semana más tarde se podrá ver en el Gran Teatro de Córdoba la otra producción jerezana: la zarzuela ‘Doña Francisquita’ de Amadeo Vives. Un espectáculo vitalista, concebido como un canto a la vida, a la alegría de vivir. Y ese espíritu festivo ya se percibe en el contexto carnavalesco en el que comienza la trama. Ese optimismo está muy presente en el personaje principal de Doña Francisquita que, sorteando todas las posibles trabas a base de ingenio, logra su objetivo de casarse con el hombre que realmente quiere.

Ese espíritu alegre se traduce en “un espectáculo luminoso”, en palabras de su director de escena, que descansa en la búsqueda del musical español y la idea de revitalizar el género lírico de nuestro país. Esa búsqueda de la revitalización de la zarzuela, creando un espectáculo de nuestro tiempo, ha llevado a Francisco López a preparar un montaje en el que prima la música y el canto por encima del texto hablado de la obra.  A ello se suma el retrato de una sociedad permisiva y dispuesta a entender ciertas actitudes, al margen de los clichés de un Madrid de principios del siglo XIX.

Además de la soprano Auxiliadora Toledano -en el papel principal de Doña Francisquita- y el tenor Alejandro del Cerro -en el rol de Fernando Soler-, el reparto artístico lo completa Manuel de Diego (Cardona), Sandra Fernández (Aurora), Palmira Ferrer (Doña Francisca), Enrique Martínez-Castignani (Don Matías), César San Martín (Lorenzo) y Natividad Andújar (Irene la de Pinto). El maestro Miquel Ortega dirigirá desde el foso a la Orquesta de Córdoba. Javier Latorre es autor de las coreografías y Jesús Ruiz firma el diseño de la escenografía y el vestuario.