Investigadores de la Universidad de Cádiz han llevado a cabo un estudio centrado en el desarrollo y la validación de una escala actitudinal de la perspectiva del consumidor hacia el consumo de vino. Este trabajo, que ha podido realizarse gracias a la participación de 2.189 personas de la región vitivinícola de Jerez, ha dado como resultado la escala propuesta por estos investigadores para ser utilizada en contextos de investigación y transferencia con otras poblaciones de interés para futuros estudios.

El artículo, publicado en la revista Sage Open, muestra una escala resultante de 16 ítems que cumple con los criterios de fiabilidad y validez necesarios para su uso. En ella, “se encontraron tres dimensiones: la que integra las experiencias del consumidor (experiencia con el vino); los elementos relacionados con la percepción saludable del consumo de vino (salud y consumo); y los relacionados con factores vinculados a la naturaleza social del consumo de vino (componente social)”.

Para llevar a cabo este trabajo “hemos partido del hecho de que son muchos los factores que se analizan para determinar la elección del consumidor, por ejemplo, los atributos específicos del vino, la marca del producto, la calidad, el sabor del vino, el precio o los premios recibidos, entre otros”. Además de ello, se han tenido que analizar otros factores como las características del consumidor, el consumo previo, el conocimiento del producto y la experiencia a través de lecturas o actividades relacionadas con el vino, entendiendo su consumo como una experiencia placentera, e identificándolo como una parte esencial de su vida. Se ha desarrollado, por tanto, una escala que considera muchas de las actitudes relacionadas con el consumo del vino en sí mismo.

Es más, “las actitudes antecedentes del comportamiento del consumidor de vino son fundamentales para entender las decisiones de consumo. Sin embargo, esta tarea es bastante difícil debido a la naturaleza multidimensional de estas actitudes. Se componen de creencias, cogniciones, experiencias y emociones que reflejan la evaluación de los estímulos de manera diferente, y representan un conjunto psicológico complejo”, como explican los investigadores de la UCA. Teniendo en cuenta esta complejidad, este estudio “ha consistido en desarrollar y validar la Escala de Actitudes para el Estudio del Consumidor del Vino (WASCR, por sus siglas en inglés), ya que el carácter multifactorial de las actitudes generales del consumidor puede ayudar a anticipar gustos, preferencias y predecir su comportamiento y frecuencia de consumo”.

La muestra de este trabajo ha estado constituida por 2.189 participantes de la región vitivinícola de Jerez. La mayoría (55,1%) eran hombres y el 44,9% mujeres. 690 (31,5%) participantes eran consumidores de vino con un elevado conocimiento sobre el vino y 1.499 (68,5%) tenían un conocimiento bajo. La edad media de los participantes era de 29,53 años y formaron parte de este estudio a través de su aprobación vía correo electrónico.

Es importante indicar que entender el comportamiento del consumidor es de gran relevancia a la hora de diseñar estrategias de marketing para promover e incentivar la compra de un producto, un punto de partida que ha llevado a este grupo de investigadores a desarrollar esta nueva escala actitudinal.  Resulta, por tanto, “de especial relevancia a la hora de diseñar estrategias de marketing para promover e incentivar la compra de un producto, por lo que debe ser una prioridad para los diferentes sectores de producción, distribución y venta de vino el promover estudios que permitan conocer en profundidad a los consumidores y consumidores potenciales”, como concluyen sus autores.

Este artículo está firmado por los profesores, Alberto Paramio, Antonio Zayas y Serafín Cruces-Montes, del departamento de Psicología de la UCA, y Diego Gómez-Carmona, del departamento de Marketing y Comunicación de esta misma institución.

La investigación se encuentra dentro de las actividades, desarrolladas y apoyadas por la Cátedra Académica Vino, Sociedad y Sostenibilidad de la Universidad de Cádiz en colaboración con la Fundación Caja Rural del Sur, con sede en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, y el INDESS (Instituto de Investigación para el Desarrollo Social y Sostenible) de la Universidad de Cádiz.