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La avenida Álvaro Domecq recupera su sitio en la motorada y vuelve a niveles prepandemia

Los locales de copas habían reivindicado su papel como punto de encuentro con los aficionados y han ganado terreno con las exhibiciones y las barras en la calle

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  • Ambiente en una de las exhibiciones en la avenida Álvaro Domecq. -

Los bares de copa de la avenida Álvaro Domecq han recuperado el terreno que perdieron desde la pandemia y han reeditado su papel como punto de encuentro con los aficionados tras cerrar una motorada que equiparan casi a los niveles de las de 2018 y 2019. Este año, a diferencia de lo que venía sucediendo en las últimas ediciones, el público en masa ha acudido al que históricamente ha sido epicentro del ambiente motero durante el Gran Premio de MotoGP. “Ha ido bastante bien, no estamos todavía al 100%, pero sí acercándonos cada día más; con eso de que nos hayan dejado trabajar en la avenida, sacar las barras fuera y nos traen la exhibición también a la zona se ha notado”, señala a VIVA JEREZ, Fernando Marín, empresario del ocio nocturno, y al frente de Hoyo (antiguo Iroko) y Kiribati, en la avenida Álvaro Domecq junto a Kapote, Canterbury o Paddock, entre otros locales.

“La gente ha celebrado la fiesta en la avenida y en el centro también ha habido ambiente. Ha habido récord de afluencia de público, y eso se nota”, sostiene Marín, que también cree que el tiempo ha jugado un papel fundamental para que los moteros se quedasen en Jerez. “Al no estar el tiempo de playa, la gente se queda más en Jerez, huye a la playa en estampida, porque con la moto en cinco o veinte minutos se plantan en El Puerto o en Rota o Chipiona; eso también ha influido”, añade.

En el bar Cristina, sin embargo, se han quedado con ganas de más, pese a tener enfrente el Garage Motor, una de las novedades de 2023 y que también ha funcionado este año, pero no ha atraído a la misma afluencia de público. Aparte del mal tiempo que el viernes cerró la motorada antes de lo previsto, también les ha perjudicado el traslado del mercadillo motero de la plaza del Mamelón a la Alameda Vieja. “Eso ha quitado público del centro, porque el año pasado había muchos puestos para ver cascos y otros artículos. El sábado sí fue fuerte, pero el viernes bajó mucho en comparación al año pasado”, recalcan desde este estalecimiento, donde apuntan a una bajada en las ventas del 25%.

En La Tasquita de Aladro, en la plaza Aladro, también esperaban más. “Este año estaba todo muy localizado en función de las actividades programadas en Alameda Cristina, Alameda Vieja y plaza del Arenal. Aquí lo que ha venido es el chorreo de personas, nada extraordinario”, indican. Eso explica que los locales de la zona de influencia hayan estado llenos y en otros casos la movida motera haya pasado sin pena ni gloria. En este sentido, consideran que de cara a la próxima edición el Ayuntamiento de Jerez debería promocionar más la ciudad y sus negocios y no centrarse únicamente en las acciones programadas.

En la Asociación Hostelería de Jerez tienen claro que Jerez ha continuado la senda que se marcó el pasado año para recuperar el ambiente motero en el casco urbano y ha vuelto a dar un paso de gigante con un programa de actividades paralelo que se ha traducido en lleno en las zonas de influencia. Pero sigue siendo insuficiente. “El año pasado se notó un pequeño repunte y este año ha vuelto a ocurrir: hay zonas que se desbordan y otras que prácticamente no llegan como la avenida Lola Flores...Hay que seguir trabajando para que esto sea una gran fiesta del motor y la gran fiesta de los jerezanos”, señala a 7TV Jerez el presidente del colectivo,  Alfredo Carrasco, que también anima a intensificar la programación para toda la familia.

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