El Hospital Universitario de Jerez ha cerrado una semana
horribilis y con movilizaciones incluidas -que van a continuar- marcada por
tres días de colapso en las Urgencias con más de 30 pacientes esperando cama. La gota que ha colmado el vaso, según denuncian los sindicatos, han sido los recortes que la dirección del Área Sanitaria Jerez-Costa Noroeste Sierra de Cádiz les anunció el pasado jueves al no renovar el 40% de los 181 contratos de refuerzo asistencial que finalizaban su relación contractual el pasado viernes 31 de mayo. Satse, el sindicato de Enfermería, habla de un tijeretazo “drástico” que afecta a más categorías y que, en el caso del personal de enfermería, se traducirá en 45 profesionales menos en los centros de salud del área y otros 20 menos en el Hospital de Jerez.
Como consecuencia, alerta el sindicato, esta situación va a traer aparejada un cierre o reserva de camas para alta frecuentación en las unidades de Cardiología, Digestivo y Neumología y en la de hospitalización de Cirugía durante agosto. También en agosto permanecerá cerrada la unidad de Enfermedades infecciones. Unas circunstancias que van a obligar a alojar a los pacientes de esta especialidad en el resto de las unidades médicas, ya de por sí con camas reservadas para alta frecuentación.
En el caso de la Atención Primaria, el recorte en los contratos recaerá sobre todo en unos de los enfermeros pediátricos de cada centro. Entre los contratos de los sanitarios eventuales que no se renuevan automáticamente desde el 31 de agosto se encuentran médicos residentes (r5) que acaban de terminar su especialidad y pasan a ser adjuntos. “Hoy han estado trabajando (por el viernes) y se han enterado que a las doce de la noche ya no tienen contrato. No renuevan ninguna especialidad. No les hacen contratos para cubrir las vacaciones”, señalan fuentes sanitarias.
Pero los recortes también han traído otros daños colaterales, como alertan estas mismas fuentes consultadas, a nivel de movilidad interna. “Hay compañeros con plaza a la que le quedan pocos años para jubilarse, con más de 30 años trabajados, que habían cambiado de servicio y de un día para otro se han visto afectados por un situación como esta. Ahora se ven fuera de esa unidad (se prioriza el orden de antigüedad) y a lo mejor con un turno de 7 horas y no de 12”, alertan.
Aunque la gerencia sí se ha comprometido a respetar las vacaciones, los recortes también han provocado un cambio de planillas (turnos), con el consiguiente agravio para la conciliación familiar “y a las puertas de un verano”, añaden. En general todas las unidades se van a ver afectadas, pero hay algunas como la UCI en las que concurren unas connotaciones especiales por la complejidad de los pacientes y de la propia logística. “La UCI intermedia (coronaria) está separada de la UCI polivalente. Ya no están en el mismo pasillo como antes. Y ahora al quedarnos otra vez con siete enfermeros, que es como estábamos antes de la pandemia, solo se quedan dos para coronarias...se quedan vendidos”, señala personal afectado.
Bajas que solo se sustituyen una de cada tres de las que se supongan que son largas, reducciones de jornada también sin cubrir...Desde Satse avisan de que el hospital se quedan con al menos 20 camas menos en junio y el servicio de urgencias con el plan de alta frecuentación activado, y auguran que el verano va a ser peor aún que el anterior, con sustituciones “mínimas”. El sindicato insiste en que la sobrecarga de trabajo va en perjuicio de la calidad asistencial y las garantías de cuidado que exige esta profesión y está relacionada directamente con la seguridad del paciente.