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Andalucía

Méndez: "Vivimos una época favorable al avance social y a la influencia sindical"

"Los sindicatos están aprovechando este marco favorable, que lo es porque la Unión Europea aflojó la cuerda"

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  • Cándido Méndez -

El exdirigente ugetista Cándido Méndez considera que España vive una época favorable al avance social y a la influencia sindical, propiciada por el cambio de actitud de Europa frente a la crisis, aunque con problemas aún sin resolver como el paro de larga duración, la baja productividad o el acceso a la vivienda.

"Los sindicatos están aprovechando este marco favorable, que lo es porque la Unión Europea aflojó la cuerda. Antes nos impuso unos deberes inhumanos", asegura Méndez en una entrevista con EFE con motivo de la publicación de su libro "Por una nueva conciencia social" (Deusto).

"Si tuviera que albergar sana envidia no me importaría", afirma cuando se le pregunta si le hubiera gustado vivir un momento como el actual, en lugar de los últimos años que pasó como secretario general de UGT lidiando con las graves consecuencias de una crisis financiera que se contagió a toda la economía y con el sindicato salpicado por casos de corrupción como los ERE en Andalucía.

A su juicio, ha habido cuatro décadas de un clima negativo para el sindicalismo que se inician en la década de los 80, tras la llegada al poder de Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Thatcher en el Reino Unido "con ideologías contrarias al empleo de calidad y los buenos salarios".

Fueron años en los que el liberalismo "cabalgaba a lomos de una globalización" que supuso la deslocalización del trabajo y la descomposición de las cadenas de valor hacia países con mano de obra más barata, un periodo para los sindicatos "con más episodios de resistencia firme que de progresos visibles".

De los últimos años destaca como principales hitos la subida del salario mínimo, la reforma de las pensiones, la reforma laboral, la mejora de los salarios a través de la negociación colectiva y la promoción de los ERTE (suspensión temporal del empleo) durante la Covid-19.

Sitúa la reducción de jornada como una de la reivindicaciones "fundamentales" en este momento, pero entiende que antes de acometer un cambio legal es necesario un acuerdo social en el que estén tanto empresarios como trabajadores, y dentro de un pacto estratégico por la productividad en el empleo.

De la crisis sanitaria subraya "el cambio de lógica" de la UE, convertida en una "madre nutricia" dispuesta a dar flexibilidad fiscal y aplaude la gestión de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, "una respetable política de derechas que ha aceptado el debate sobre el salario mínimo y habla de empleo de calidad y de acabar con el deterioro de los salarios y las condiciones laborales".

"Esto nos genera la expectativa de que los halcones no regresarán", añade en referencia a los partidarios de políticas más restrictivas frente a la crisis. 

La pérdida del orgullo de ser trabajador

Los sindicatos han resistido a los vaivenes sociales, al desprestigio y a sus propias "zonas de sombra", dice Méndez, que lamenta, no obstante, que no se haya recuperado "el orgullo de ser trabajador".

Lo achaca al "deterioro de los valores de la socialdemocracia" auspiciado por el liberalismo de finales del siglo XX, pero también al deterioro de las condiciones laborales y la precariedad, que han provocado la pérdida del "valor del trabajo y de la vinculación con la empresa".

"Se piensa que las empresas hacen dinero. No. Las empresas hacen zapatos o dan un servicio y de ese trabajo es de donde sale el dinero (...) Yo creo que ha permeado el sentimiento de que el trabajo no importa y hay que recuperarlo", dice.

Discrepancia con el Gobierno por la ley de amnistía

"Mi discrepancia proviene desde el inicio", dice en referencia a la recién aprobada ley de amnistía, que no cree que vaya a traer reconciliación sino mayor inestabilidad a un Gobierno que seguirá presionado por los independentistas catalanes.

"Yo he reconocido los avances que se han producido con este Gobierno, pero son avances de luces cortas. Las luces largas nos enseñan la falta de productividad, la ejecución de los fondos europeos, el cambio del modelo que traerá la neutralidad climática, el avance de la digitalización o el problema de la vivienda. A salto de mata no lo vamos a resolver", afirma.

Sobre la investigación a la esposa del presidente Pedro Sánchez dice que lo más importante es la presunción de inocencia. Le preocupa que se saque la conclusión de que España es "una democracia deficiente" y pone como ejemplo Estados Unidos donde "se está sometiendo a juicio al hijo del presidente Biden, por no hablar del otro (Trump). En la democracia más antigua del mundo estas cosas pasan".

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