A vida o muerte. No queda otra ni hay más oportunidades. El Xerez DFC tiene
la opción de ascender este próximo fin de semana, pero no lo va a tener nada fácil. El equipo de David Sánchez visita el sábado, a partir de las 19.00 horas, al
Jove Español en la Ciudad Deportiva de San Vicente. Es el
último partido del año. Solo uno ascenderá, el otro jugará un año más en Tercera Federación.
Once meses de trabajo que se jugarán en 90 minutos o algo más.
El equipo alicantino parte con ventaja después de su victoria del pasado domingo en el Estadio Municipal de Chapín por 0-1. Un partido en el que los azulinos no estuvieron bien, quizás
el peor de la temporada, y en el que sumaron su
primera derrota en casa de todo el curso. Ahora es turno de
darle la vuelta a la tortilla. No sérá fácil porque el ambiente estará en contra y las dimensiones del terreno de juego no son las idóneas para el juego del equipo, pero
tampoco es imposible. Solo hay un gol de diferencia.
Un tanto forzaría la prórroga y, en caso de seguir así, la tanda de penaltis.
Ese es el gran objetivo del equipo el sábado,
adelantarse lo antes posible y empezar de cero. Por supuesto, los locales sabrán jugar con esa necesidad y harán todo lo posible por desquiciar al cuadro jerezano, como ya hicieron en la ida con las continuas interrupciones. Pero el plantel tiene que sobreponerse a ello y centrarse en hacer su juego. Ya cayeron en los errores y las imprecisiones el pasado fin de semana y
la lección está aprendida para que no vuelva a pasar.
El equipo no estará solo.
Unos 200 aficionados, pocos, acudirán con entrada al estadio y otros tantos lo harán sin ella para animar desde fuera y recibir al equipo para llevarlo en volandas. Porque ya no hay más oportunidades. Esta es la
última bala del Xerez DFC.