Marcelo Villaça, capitán del Xerez DFC, celebra un ascenso que “ha sido
increíble”. Se queda “sin palabras porque ha sido
un sufrimiento todo el año, cómo se ha dado. Ha sido muy duro y hemos superado muchos obstáculos. Se disfruta el doble porque ha habido mucho sacrificio detrás y
al final nos hemos llevado la recompensa”.
Ha sido una temporada larga y “desde dentro del vestuario
siempre hemos estado enfocados en el día a día y eso ha sido un poco la clave, ir superando los obstáculos que se nos han puesto e insistir en una idea, la idea del míster. El míster
insiste mucho en el trabajo y con eso lo hemos sacado”.
La clave ha estado en el vestuario porque “en una temporada entera es muy difícil que no haya malos rollos y
el vestuario ha tenido una fuerza interior increíble. En los buenos momentos es muy fácil, pero
cuando hemos tenido malas rachas es cuando más se ha unido y cuando más dudas ha habido con más fuerza se tiraba hacia adelante”.
Después de lograr el objetivo “nos acordamos de todo,
cambiar los llantos de de rabia e impotencia del principio de la temporada por lágrimas de alegría al final es una recompensa enorme”.
Igualmente, para el hispano-brasileño “
este es mi cuarto ascenso y, sin duda, es el más especial. Por cómo se ha dado toda la temporada. Al principio lo pasamos mal con situaciones muy dura y convertir eso en llantos de alegría se disfruta el doble o el triple. Se tenía que dar así”.
Ahora toca celebrar “con cabeza, disfrutar al máximo porque
esto no se vive siempre. Valorar lo que hemos hecho importante porque
se valorará con el tiempo que lo que hemos hecho es muy difícil”.