Después del paso de la DANA por Andalucía, el intenso calor del verano vuelve esta semana con temperaturas que superarán los 40ºC en algunos puntos del interior, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Estas altísimas temperaturas, que podrían continuar e incluso incrementarse a lo largo del verano, afectan directamente a nuestra salud, recuerdan desde Cruz Roja, que lanza una campaña preventiva bajo el lema 'En guardia contra el calor', para concienciar a la población frente a los peligros de las olas de calor. Agua, sombra y descanso son siempre la clave, aunque hay muchas más ideas sencillas y de bajo coste que nos ayudarán a reducir los riesgos.
Cruz Roja ha empezado además a repartir ventiladores en las ocho provincias de Andalucía, a personas vulnerables que no tienen capacidad económica para acondicionar sus viviendas frente al calor. En total se repartirán 260 ventiladores, con los que también se equiparán centros de personas sin hogar y de acogida. En el caso de la provincia de Cádiz, se repartirán 32 ventiladores en las localidades de Jerez, Tarifa, Algeciras, Cádiz y San Fernando.
El voluntariado de Cruz Roja interviene para reducir los riesgos con los colectivos más vulnerables: por ejemplo, realizando llamadas de teléfono a personas mayores que viven solas y que sufren enfermedades, para informarles y hacer seguimiento sobre su situación, además de acompañarlas a recursos sanitarios si fuera necesario. Cruz Roja también organiza charlas informativas sobre salud y calor con las personas que participan en sus proyectos y a los que invita a participar a toda la ciudadanía.
Por otro lado, con la llegada del calor se adapta el reparto de ayuda de emergencia a pie de calle para las personas sin hogar, a las que les hacen llegar bebidas, alimentos y kits de ropa más ligera. Cruz Roja cuenta además con varios centros de día, que sirven de refugio frente al calor para las personas sin hogar en ciudades como Torremolinos, Marbella y Almería; y se organizan actividades de ocio y salud en edificios de otras ciudades, para recudir el tiempo que las personas sin hogar están expuestas a las altas temperaturas.
2023 fue el año más caluroso jamás registrado, con olas de calor en todo el mundo que mostraron que cualquier persona puede estar en riesgo por el calor extremo, aunque su impacto afecta de manera más desproporcionada a las personas más vulnerables. El calor puede ser potencialmente mortal y sus efectos, que pueden prevenirse, no han de ser menospreciados.
Las personas que corren el mayor riesgo de verse afectadas por el calor son los niños y niñas pequeños, las personas mayores, las personas con afecciones crónicas de salud (como enfermedades cardíacas, pulmonares, diabetes y problemas de salud mental), las personas que trabajan al aire libre y las personas que viven aisladas. De igual modo es importante tener en cuenta que el calor extremo puede tener efectos significativos sobre la medicación, como la alteración en la eficacia de los medicamentos, el aumento del riesgo de deshidratación, la interferencia con la regulación de la temperatura corporal y los efectos secundarios agravados. Especial atención merece el efecto de isla de calor urbano, que se produce cuando las temperaturas aumentan en las ciudades muy urbanizadas y permanecen más altas durante la noche, en comparación con las áreas rurales.
Consejos de bajo coste
Conocedores de que la prevención y protección frente a temperaturas elevadas son un factor clave, Cruz Roja recuerda que se debe beber agua y líquidos con frecuencia, aunque no se sienta sed, y evitar bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas que pueden favorecer la deshidratación. Es fundamental prestar atención a los grupos de riesgo que pueden verse más afectadas por las olas de calor. También se recomienda permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrescarse siempre que sea necesario. Se aconseja reducir la actividad física y evitar realizar deportes al aire libre durante las horas centrales del día, usar ropa ligera, holgada y que permita la transpiración, y cubrir nuestras cabezas con sombreros y gorras, sobre todo para menores. Para esta protección, también recuerdan el uso de gafas de sol adecuadas y el uso continuado de protección solar en zonas expuestas de la piel.
En cuanto a los medicamentos, es importante recordar que deben mantenerse en un lugar fresco, ya que el calor puede alterar su composición y efectos, y se recomienda consumir comidas ligeras como ensaladas, frutas, verduras y zumos que ayuden a reponer las sales minerales perdidas por el sudor.
Cruz Roja también recuerda que es vital, ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas, consultar a un profesional sanitario.
En el hogar, es fundamental ventilar la casa cuando la temperatura exterior es más fresca que la interior, por ejemplo, por las noches. Y mantener las ventanas cerradas, con cortinas y persianas, en los momentos más calurosos del día para evitar que incida el sol directo en el interior.
Cruz Roja recomienda reducir las comidas copiosas y de largo periodo de cocinado, y sustituirlas por recetas frías: como ensaladas, el consumo de frutas, verduras y sopas frías como el tradicional gazpacho, que ayudan a reponer sales minerales perdidas por el sudor.
Aunque muchos consejos son de sentido común, Cruz Roja explica que siempre hay que recordarlos, como evitar realizar actividades extenuantes durante las horas centrales del día.
Al salir de viaje, debemos tener cuidado con los cambios bruscos de temperatura que se producen al entrar o salir del coche con el aire acondicionado puesto. Y ante problemas de salud, consulta las medidas suplementarias a adoptar y sigue tomando los medicamentos de acuerdo a las recomendaciones médicas, sin “automedicarse”. Debemos igualmente mantener el contacto con las personas consideradas más vulnerables, con llamadas o con visitas, para valorar si corren algún riesgo.