El tema de
la depuración de las aguas residuales en Andalucía arrastra
años de trámites, demoras, ‘toques’ y sanciones desde las autoridades europeas, durante las últimas dos décadas de los que Málaga no ha sido una excepción.
Pero, ahora, en Málaga y la parte norte de su área metropolitana se ha dado, sin embargo, este jueves un paso importante, para la
construcción de la nueva estación depuradora que se situará en
Campanillas y que implica a los ayuntamientos de
Málaga capital, Torremolinos, Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande y Cártama, que podrán depurar sus aguas en la futura instalación supramunicipal.
Así, se ha procedido a la
firma multilateral del convenio de colaboración entre los consistorios y la Junta de Andalucía en lo que se refiere a la
construcción, financiación y puesta en funcionamiento de la citada estación depuradora de aguas residuales como se ha ido recogiendo en
distintos planeamientos urbanísticos desde 2009 hasta su aprobación definitiva por todas las partes en 2017.
El acuerdo recoge la ejecución de las obras necesarias para
agrupar los vertidos de las aguas residuales de diversos núcleos urbanos del bajo Guadalhorce y del norte de Málaga capital, que serán conducidos hasta la nueva depuradora. Un convenio aprobado en juntas de gobierno o plenos municipales de los ayuntamientos implicados para posibilitar su firma con la Consejería, que impulsa la construcción de la citada infraestructura.
La EDAR Málaga Norte ha sido
adjudicada por 106,55 millones de euros y tratará un volumen de 75.000 metros cúbicos diarios de agua residual procedente de los cinco municipios mencionados que aglutinan a
una población superior a los 250.000 habitantes.
En los últimos meses
el proyecto ha sido revisado para reducir su impacto y mejorar la eficiencia de la planta, que ocupará 12 hectáreas en lugar de las 19 inicialmente previstas. Asimismo, en el futuro, cuando sea necesaria la ampliación de la planta a 125.000 m3 diarios, se podrá hacer gracias a una nueva tecnología incorporada en el proyecto que no necesitará más superficie.
Entre las mejoras incluidas en el proyecto se encuentran
medidas de recuperación ambiental, revegetación e integración paisajística, incluyendo varias cubiertas con plantaciones de aromáticas, olivos, algarrobos o adelfas, entre otros. Para la integración del edificio de control se presupuestan medidas como jardines verticales y sistema modular para fachadas vegetales.
Sanciones de la UE por no depurar aguas
La falta de depuración de las aguas vertidas al Guadalhorce en esta zona por parte de algunos municipios
le cuesta a las arcas andaluzas 630.000 euros al semestre como sanción impuesta por la Unión Europea.
Y es que, la Directiva 91/271/CEE establece las medidas necesarias que los Estados miembros han de adoptar para
garantizar que las aguas residuales urbanas reciban un tratamiento adecuado antes de su vertido y establece los
plazos máximos para la ejecución y puesta en marcha de dichos tratamientos.
En
2010, la Junta acordó
auxiliar, técnica y económicamente, a las entidades locales, declarando estas
obras de interés general de la comunidad andaluza. Pero
, desde el año 2001, se incumple la mencionada directiva 271/91 y también la directiva 2000/60, por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas, ya que
no se están depurando las aguas residuales generadas en esta aglomeración urbana (Málaga, Torremolinos, Alhaurín de la Torre, Alhaurín El Grande y Cártama) y no se ha alcanzado el buen estado ecológico de las masas de agua.
Tras
Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 2018, la Junta paga una multa de 630.000 euros al semestre por no estar depurando las aguas residuales generadas en el municipio de Alhaurín el Grande, y existe un expediente sancionador abierto igualmente por las aguas de Cártama.
Proyecto básico de 2006
Entre las actuaciones prioritarias en este campo del
nuevo gobierno de la Junta se encontraba la ejecución de esta obra (colectores para la agrupación de los vertidos y la depuradora Málaga Norte), una actuación cuyo
proyecto básico fue contratado por la Junta de Andalucía en 2006 cuando también se comenzaron a ejecutar los colectores necesarios para transportar las aguas residuales desde los municipios hasta la depuradora.
Con la ejecución de este proyecto
se alcanzarían dos objetivos: el cumplimiento de los objetivos ambientales y el incremento de los recursos disponibles en el valle del Guadalhorce mediante la reutilización de las aguas residuales depuradas.
Desde la Junta de Andalucía se ha destacado que desde 2006 nunca se ha modificado la ubicación de la planta depuradora. Es la alternativa que se contempló en el POTAUM, aprobado por la Junta de Andalucía en 2009, y en el PGOU aprobado por el ayuntamiento de Málaga en 2011.