El reducto de la Catedral ha vuelto a ser escenario este martes del nacimiento del nuevo mosto con la Pisa de la Uva, un acto cargado de simbología que ha sabido mantenerse fiel a la tradición y con el que un año más Jerez da bienvenida al primer caldo de esta cosecha de 2024. Este año este vino tiene, además, unas connotaciones especiales a modo de brindis por la candidatura Jerez 2031, Capital Europea de la Cultura. Con este gesto el Gobierno local ha querido vincular las señas de identidad de esta tierra con sus aspiraciones a hacerse con la Capitalidad Europea de la Cultura en 2031.
Uno de los encargados de poner la voz a esta ceremonia a su inicio tras un pequeño homenaje al perro bodeguero andaluz por el reconocimiento de esta raza a nivel internacional y con la presencia de varios ejemplares, ha sido el cantante y compositor jerezano David DeMaría, “un jerezano feliz y orgulloso de su tierra”.
Acompañado al piano por el músico Giovanni Tradardi, ha interpretado muy emocionado el Himno a la Alegría, una obra basada en la Novena Sinfonía de Ludwing van Beethoven, que promueve valores humanistas y universales como fraternidad, unidad, paz, alegría, igualdad y libertad y que fue adoptada como himno por la Unión Europea en 1972.
Después el artista jerezano ha cantado otro de sus temas más queridos: Y Jerez se vive así. “¡Viva Jerez!", señalaba el autor de Precisamente ahora tras su actuación, invitando a los jerezanos a “disfrutar del nuevo mosto y de la sangre que corre por nuestra tierra; Que estemos más unidos que nunca, que tenemos que lograr ser Capital Europea de la Cultura”, les decía en su despedida.
Acto seguido, llegaban a las escalinatas de la Catedral un grupo de jóvenes vendimiadoras y vendimiadores con sus cestos cargados de uvas que después depositarían en el histórico lagar instalado a los pies de la Catedral, donde aguardaba la cuadrilla de pisadores. Una vez que el párroco de San Dionisio y canónigo de la Catedral, Luis López-Cuervo del Rosal, bendecía los racimos de uva que iban a dar paso al nuevo mosto, comenzaba el traslado de los racimos mientras la Banda Municipal de Música interpretaba La Zarzamora.
Ahora sí, los pisadores eran los encargados de recrear la vendimia tradicional y molturar la uva con los pies para crear el “caldo más sublime” entre los los aplausos de un numeroso público, autoridades y representantes del tejido social.
Nuevamente, López-Cuervo del Rosal bendecía el nuevo vino que ya reposaba en el lagar y se consumaba uno de los momentos más esperados: el “descenso milenario” del nuevo vino por la piquera mientras la Banda Municipal de Música tocaba el Himno de la Vendimia y repicaban las campanas de la Catedral cuando pasaban las ocho y media de la tarde.
Los acordes del Himno de Andalucía y de España cerraban el acto, que supone el pistoletazo de salida del grueso de la programación Fiestas de la Vendimia, una cita que este 2024 cumple 76 años y que el pasado sábado inauguraron los más pequeños con la Pisa de la Uva Infantil.
Para esta edición, el Consejo Regulador, a través de las Bodegas González Byass y Fundador, ha aportado un total de 1.200 kilos de uvas para el desarrollo de la ceremonia, presidida por la alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo junto al Obispo de Jerez, José Rico Pavés.