Iago Díaz, futbolista del Xerez CD, sigue recuperándose de su lesión que le mantiene alejado de los terrenos de juego. Tuvo que ver el partido de sus compañeros de este pasado domingo desde la distancia que dejó “un mal sabor de boca” por lo que el equipo “generó en la segunda parte”. Pero, aunque “se fallaran ocasiones”, entiende que “este es el camino”, como comentaba este lunes en el programa Minuto 91 de 7TV Jerez.

En esta categoría “vamos a tener muchos partidos, sobre todo fuera de casa, en los que el rival aprieta”, comentaba. “Hay que saber sufrir y aprovechar las oportunidades. El equipo supo sufrir en uno de los campos más complicados de la categoría”.

El equipo está adoleciendo la falta de gol y es algo que “no hay que negar, las estadísticas están ahí”. Aunque el gallego tiene claro que las ocasiones “ya entrarán. Lo importante es generar las ocasiones. En otros partidos hemos generado mucho y no ha entrado. Es cuestión de tiempo que vayan entrando las ocasiones”. La falta de gol es “trabajable”, aunque también es bueno tener “una pizca de suerte”.

El equipo ha salido de una complicada racha de cinco partidos sin ganar que era “más una cuestión mental o que no salían las cosas, porque hicimos méritos suficientes para ganar algunos de los partidos. Quizás el día del Orihuela es el partido más flojo. Las sensaciones en algunos de esos partidos fueron buenas a pesar de no conseguir los tres puntos. El día del Águilas no jugamos como nos gustaría y sacamos la victoria. El equipo tiene menos puntos de los que se merece después de esa racha. El día del Águilas nos vino muy bien y esta vez ha sido un empate de mucho mérito”.

En esos momentos complicados asegura que “confiábamos en nosotros” además de ir “a muerte en el míster y el cuerpo técnico. Sabíamos que esa victoria iba a llegar. Cuando trabajas cada día y esa victoria no llega está claro que los ánimos se vienen un poco abajo y el triunfo te da la confianza de seguir creyendo en lo bueno que se estaba haciendo”.

Eso sí, reconoce que las críticas y  las dudas sobre Checa fue “una situación que no le gusta a nadie. Al primero que se le meten palos es al entrenador. El grupo en ningún momento dejó de creer en él. Leía por ahí que el equipo no creía en el entrenador y eso no es así. La semana pasada se vio. El cuerpo técnico cree en nosotros a muerte y nosotros en ellos. Yo ya llevo un tiempo en esto del fútbol y quizás sea el año en el que más vea al grupo creer en su entrenador. Hay que dejar trabajar porque los resultados vendrán solos”.

En ese sentido, y dada su experiencia en el mundo del fútbol, comenta que “se intenta cambiar al entrenador porque echar a 22 jugadores es más difícil. Es un intento a la desesperada de que haya un cambio. A veces sale bien y otras sale mal. Lo normal es que nos alga bien. Cada club tendrá sus motivos. En mi año en el Almería tuvimos cinco entrenadores en un año, quizás no era culpa del entrenador. Cada situación depende de cada club y cada plantilla”.

Por otro lado, reconoce que “nos gustaría” pelear por la zona alta y “no cerramos la puerta a nada. Estamos en la jornada 12 y todo el mundo sabe ya cómo es esta competición. Este grupo es el más fuerte y hay que tomarlo todo con humildad, con calma y yendo partido a partido. Cuando viene una racha mala parece que tenemos que mirar abajo al descenso y si ahora estamos dos o tres partidos ganando ya parece que vamos a tener que quedar primeros. Hay que darle la importancia a cada partido y disfrutar al camino. Aquí ha habido años muy complicados y todo el mundo tiene que disfrutar de esto. La plantilla se va a dejar la vida pro tirar hacia arriba. Tenemos que remar todos en una misma dirección”.

Y una de las claves está en “empezar a tomar una regularidad en casa de sumar de tres con nuestra gente. Es importante darle alegría cada fin de semana. Nos enfrentamos a un equipo (la Balona) que no empezó bien, pero al principio de temporada todo el mundo lo daba para luchar por el ascenso. Estamos deseando que llegue el domingo para sumar los tres puntos. Para nosotros es un tremendo orgullo poder jugar cada domingo en cas delante de miles de personas. Eso da un poco más para dejarte el último aliento”.

Por último hablaba de su lesión, de la que no ha trascendido alcance: “Ahora es peor a nivel mental que físico. Me venía encontrando muy bien y con una regularidad. El míster confiaba en mí y prácticamente estaba jugando todos los partidos. Es algo que se agradece y una lesión así nunca te la esperas. Nunca viene en buen momento y a mí me ha venido en el peor momento porque me encontraba muy bien y estaba disfrutando mucho en el campo sintiéndome importante. El nivel de alcance nos lo queremos tomar con calma porque no queremos una recaída. Estamos trabajando para volver lo antes posible, pero no sabría decir si antes o después de Navidad”.