Charaf, futbolista del Xerez CD, se mostraba “
triste y enfadado” al final del partido, que terminó con derrota para los xerecistas y una tángana. Un partido en el que el árbitro “ha pitado el final antes de tiempo” por “
verse sobrepasado”. El jugador denuncia “
un insulto racista hacia mí, lo ha escuchado, se lo he dicho y él ha pedido perdón porque se había visto sobrepasado”. Y es que aseguraba que un jugador contrario le había dicho “
moro de mierda”.
Entiende que “somos personas” y el árbitro “
se puede equivocar”, pero “escuchándolo él en primera persona, verlo, no expulsarlo y que luego con mi calentura irme a encararme y que termine expulsándome a mí
me parece que permitir eso es una vergüenza”.
“Esto es una bombonera y la gente va a apretar”, decía Charaf, que entiende que “si se pone así el árbitro
no puede pitar en ningún campo” porque “si se va a ver sobrepasado, que no pite en la categoría”. E insistía en que “entre lo que me ha dicho el jugador, que haya escuchado y que
pite el final para quitarse el problema lo que ha hecho ha sido que
se liara más”. Si no hubiera pitado el final “habría habido un pique y nada más, pero es que ha tenido la culpa él”.
Casi 45 minutos después de la finalización del partido “no he podido hablar con él porque dice que sigue nervioso” e insistía en que “es persona y se puede equivocar, pero aquí
nos jugamos todos mucho y no se puede permitir eso”. Aunque “no quiero poner excusas porque el partido lo hemos perdido nosotros”.
La última jugada “no ha dejado sacarla” y molesta porque “teníamos confianza en esa jugada porque estábamos volcados. No había terminado el tiempo ni de coña y nos vamos muy frustrados”.