El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ha dado el visto bueno a una modificación del contrato propuesta por Ayesa Ingeniería y Arquitectura SAU, la adjudicataria del proyecto de la futura estación de La Pepa, que implicará una ampliación de 12 meses del plazo inicialmente previsto para la realización de este trabajo, además de un sobrecoste de 182.901,54 euros (IVA incluido).

De este modo, el plazo para la ejecución de este proyecto pasa de 30 a 42 meses (tres años y medio), mientras que el presupuesto se eleva de 585.031,13 a 767.932,67 euros (IVA incluido). Hay que recordar que el contrato se formalizó en agosto de 2023, por lo que el nuevo plazo vencerá a lo largo del primer trimestre de 2027.   

Conviene advertir de que el contrato tiene un doble objeto. Por un lado hay que definir todas las obras necesarias para la construcción de esta nueva estación de cercanías; y por otro debe modificarse la playa de vías de la estación del aeropuerto, que es la última parada de la línea C-1, para que se convierta en cabecera de la misma.

Actualmente se ha finalizado la fase de estudio de alternativas tanto de la nueva estación de La Pepa como de las modificaciones que deben desarrollarse en la playa de vías de la estación del aeropuerto de Jerez.

Sin embargo, tras la coordinación de los estudios de alternativas con el Ayuntamiento de Jerez y con la Subdirección de Circulación Sur de Adif, “se han detectado ciertas actuaciones que son necesarias acometer para alcanzar el objetivo de los proyectos” y que no estaban contempladas inicialmente en el pliego de prescripciones técnicas particulares del contrato.

No en vano, una vez iniciada ya la redacción del proyecto, en enero de 2024, Adif publicó una nueva normativa interna “que requiere la realización de nuevos trabajos para dar cumplimiento a los requerimientos incluidos en la misma”.

Las actuaciones objeto de esta modificación se justifican por tanto en “la necesidad de añadir servicios adicionales a los inicialmente contratados, encaminados a atender las solicitudes de otras áreas de ADIF o de terceras partes, consideradas por el responsable del contrato como pertinentes”.

Por ese motivo se añaden al mismo “los trabajos estrictamente necesarios para alcanzar esos objetivos”, unas tareas para las que la empresa adjudicataria parte con ventaja sobre el resto porque “como autora del proyecto y responsable última de todos los trabajos del contrato, dispone de todo el conocimiento de los trabajos previos, de toma de datos y análisis de condicionantes”.

Eso le permite acometer los nuevos trabajos “con las máximas garantías técnicas y en el menor tiempo posible”. Contratar a una nueva empresa implicaría que esta segunda adjudicataria tendría que “asumir como propios” todos los trabajos ya desarrollados por Ayesa Ingeniería y Arquitectura. Eso sin tener en cuenta que “dado el tiempo transcurrido desde que se calculó el presupuesto para la licitación de este proyecto (mediados de 2022), llevar a cabo una nueva licitación supondría también un incremento de coste, al tener que asumir el incremento generalizado de costes de mercado para servicios de esta naturaleza”.

La propuesta de modificación aceptada por ADIF no excede del 50 por ciento del precio inicial que se había fijado en el contrato, suponiendo realmente un sobrecoste del 31,26  por ciento del mismo si se toma como referencia el coste neto, que era de 151.158,30 euros (sin IVA).