La subasta de una de las dos únicas copias conocidas del supuesto cortometraje porno que Marilyn Monroe filmó antes de saltar a la fama fracasó ayer en Buenos Aires debido a que las ofertas no alcanzaron los 500.000 dólares establecidos como precio inicial.

La mayor oferta provino de un coleccionista privado de Denver, Estados Unidos, que propuso pagar 280.000 dólares, pero el monto no satisfizo al dueño de la cinta, explicó ayer a Efe el promotor de subasta, el español Mikel Barsa.

“Es parte del juego; ahora vendrá una negociación en la que el comprador querrá pagar el precio más bajo y el vendedor buscará conseguir el más alto” por el corto, que se supone que fue rodado en 1946 o 1947, indicó.
Durante la subasta se vendieron, en cambio, discos, posters y lotes de otros artistas, aunque a precios mucho menores, añadió Barsa.

La subasta, realizada en el marco de la primera Feria Internacional de Coleccionismo Cinematográfico de Buenos Aires, “fue seguida con mucho interés por coleccionistas de Estados Unidos, Brasil y Colombia”, sostuvo el promotor.


El cortometraje, en blanco y negro y de unos seis minutos de duración, es la única copia conocida en 8 milímetros del filme, que estaba en manos de un coleccionista español fallecido recientemente.

Fueron sus herederos quienes al clasificar su importante colección descubrieron esta joya y se pusieron en contacto hace unos meses con Barsa, quien ya había comercializado la única copia de este filme que hasta ahora había visto la luz, rodada en 16 milímetros.

Cuando se dio a conocer esa pieza en 1997 se desató una gran controversia sobre la veracidad del corto, ya que muchos pusieron en tela de juicio que la protagonista fuera verdaderamente Norma Jean, quien luego sería conocida como Marilyn Monroe.

En el momento en que se rodó la película Norma Jean todavía no había cumplido los 21 años, por lo que era menor de edad en su país.

Según Barsa, aunque todavía hay quien duda sobre su autenticidad, se ha podido comprobar que el mito de Hollywood es quien aparece en el corto de acuerdo con documentos del FBI en los que se investigó esta película en su momento, comentó.

Al anunciar la subasta, el mes pasado, Barsa también aseguró que que las joyas que la actriz luce en el filme, en las que la supuesta Marilyn aparece masturbándose con un vibrador y haciendo el amor con un hombre, también las llevó en otras películas y fotografías de la época.

Además, se refirió a la carta que en 1996 le mandó el director del American Film Institute, quién señaló que si no era ella, “era su gemela”.

La primera copia en 16 milímetros fue proyectada en 1997 en varias oportunidades y comercializada junto a varias revistas, una de ellas la española Interviú, antes de que fuera vendida a un coleccionista privado en 2001 por 1,2 millones de dólares.

Barsa explicó que fue un oficial estadounidense el que se llevó estas películas a Francia, donde quedaron olvidadas durante décadas en un anticuario de París, hasta que los dos coleccionistas españoles las compraron.